lunes, 9 de abril de 2018

LEONARDO BOFF Y ADOLFO PEREZ ESQUIVEL DEFIENDEN A LULA

Boff le contó a Pérez Esquivel hasta una frase del nieto de Lula antes del encarcelamiento
“Mi abuelito no es un ladrón ni un criminal”
Una producción radial de la 750 juntó al teólogo brasileño Leonardo Boff y al Nobel argentino Adolfo Pérez Esquivel. Ambos confirmaron que serán impulsores de la campaña internacional contra su prisión en Curitiba y su derecho a ser candidato. El diálogo completo.
Después del multitudinario acto en su apoyo, Lula pasó ayer su primer día en prisión.
Después del multitudinario acto en su apoyo, Lula pasó ayer su primer día en prisión. 
Imagen: AFP
Dos amigos de Luiz Inácio Lula da Silva acaban de confirmar públicamente que serán impulsores de la campaña internacional contra su prisión en Curitiba y su derecho a ser candidato. Referente teórico de la Teología de la Liberación, en 1985, durante el Papado de Juan Pablo II, Leonardo Boff fue castigado por la Congregación para la Doctrina de la Fe (continuadora de la Inquisición) con la obligación de guardar silencio. Todavía era sacerdote franciscano, un estado que terminaría dejando por la persecución interna de la Iglesia. De buenas relaciones con el Papa Francisco, a quien aseguran los vaticanistas que ayudó con la redacción de la encíclica ecologista Laudato Si, es un viejo amigo de Adolfo Pérez Esquivel, un laico cristiano que en 1980 recibió el Premio Nobel de la Paz en plena dictadura.  
En el programa Un poco nomás de la 750, de Eduardo Valdés y Lucrecia Cardoso, los conductores hicieron dialogar el domingo por la mañana al teólogo brasileño y al Nobel argentino. Pérez Esquivel está haciendo circular una carta pública para le sea concedido a Lula el mismo premio que recibió él como símbolo del combate por los derechos humanos. En el caso de Lula, se trataría según Pérez Esquivel de un símbolo mundial de la lucha contra el hambre.
–PáginaI12 publicó hoy el llamado a juntar firmas para el Nobel a Lula. 
–(Adolfo Pérez Esquivel) La carta es hacer memoria. La memoria no es para quedarse en el pasado. Nos tiene que iluminar el presente para construir una sociedad mejor. Muchos jóvenes no saben nada de esto. La prensa canalla está publicando que Lula es un corrupto. Los jóvenes no saben nada de la resistencia, de las luchas, de los que dieron su vida para dar vida en nuestros pueblos. Hay que transmitírselos. Y hay que analizar el retroceso enorme de las democracias en América Latina. Están en peligro. No es solo al destitución de Dilma Rousseff, a quien di mi solidaridad en Brasilia. Hablé en el Senado en Brasilia y les dije: “Ustedes le están dando un golpe de Estado a la presidenta”. Hablé menos de un minuto y fue un escándalo. Esta metodología de los golpes de Estado blandos, o encubiertos, o con ciertos rasgos de legalidad, comenzó en Honduras con la destitución de Manuel Zelaya y la farsa que montaron diputados, senadores, jueces. Lo mismo que pasó en Paraguay con Fernando Lugo y en 2016 en Brasil. Es la misma metodología impuesta por los Estados Unidos para controlar y someter a los países latinoamericanos. Todavía no pudieron con Venezuela ni con Bolivia. Derechos humanos y democracia son valores indivisibles. Si se violan los derechos humanos la democracia se debilita y es más fácil entregar el patrimonio a manos del capital financiero que queda privilegiado sobre la vida de los pueblos. Dilma fue destituida y Lula está preso. Quieren hacer que todo aparezca como corrupción. Cuando quieren apedrear a una mujer Jesús se agacha y escribe en el piso: “Aquel que esté libre de culpa que arroje la primera piedra”. No quedó nada. El problema es que los pueblos en la democracia delegativa no tienen el poder de decisión. Los pueblos son espectadores. Hay que ir a una democracia participativa. 
–Nos está escuchando Frei Leonardo Boff.
–(Pérez Esquivel) ¡Un hermano querido! Un luchador. Un hombre que desde la fe entiende el sentido profundo de la vida y lo aporta a nuestros pueblos con las cuestiones del medio ambiente y otras más
–(Boff) Agradezco a Pérez Esquivel pero quiero decir que lo que él hace a nivel internacional es muy importante y se ha constituido en una referencia de lucha por los derechos que son tan ofendidos ahora en América Latina. 
–Adolfo va a viajar a Brasil a ver a Lula. Me dijo que quiere que lo acompañes vos. Allí va a presentar las firmas que postulan a Lula para el Premio Nobel de la Paz. La carta original salió en PáginaI12. 
–(Boff) En Brasil hay mucha tristeza. Ayer, reunidos con unos 30 científicos sociales, teólogos, pedagogos, cuando vimos a Lula siendo llevado hasta el helicóptero y después al avión, todos lloraban. ¿Cómo una nación puede condenar a alguien que ha hecho tanto bien a las clases abandonadas? ¿A alguien que les dio a 36 millones de personas electricidad y las sacó del hambre? Nos causó una tristeza inmensa y una enorme vergüenza de nuestras autoridades y de nuestra Justicia, que se permiten un verdadero crimen. Lula siempre dijo: “Preséntenme una prueba material, cinco centavos que yo haya robado, y entonces voy a la cárcel. Pero no me presentan nada. Me condenan como inocente, por convicción de un procurador, porque quieren liquidar al Partido de los Trabajadores y el liderazgo de Lula”. Son los 71 mil multimillonarios que en Brasil controlan más de la mitad de la riqueza los que dieron el golpe utilizando el Parlamento, la Justicia y los grandes grupos mediáticos controlados por cinco familias. Ellos se articularon para propiciar el golpe y crear el Estado de excepción en que vivimos. Antes tuvimos la alegría de ver miles y miles de personas alrededor de sindicato donde estaba Lula. Hace tres días pude verme con Lula. Hablamos largamente. “Lula, dime, ¿cómo está tu alma después de tanta persecución, calumnia, acusación?”, le pregunté. Me dijo: “Mi alma está tranquila porque tengo la verdad, y la verdad se irradiará y se revelará. Duermo tranquilo. No tengo miedo de la prisión. Mi nieto cuando me mira dice: ‘No, mi abuelito no es un ladrón, no es un criminal’.”
–(Pérez Esquivel) Leonardo, un gran abrazo de paz y bien. 
–(Boff). Paz y bien, paz y bien. Lo bonito es que al final de la misa con Lula ha recitado la “Oración de la paz” de San Francisco. “Señor, hazme instrumento de vuestra paz”. El espíritu de Lula es de paz, humanista, cristiano. Pero está indignado contra la injusticia. 
–(Pérez Esquivel) Y sí... A pesar de la tristeza que tenemos debemos resistir en la esperanza. El 16 voy a estar en la universidad estadual de Río. Quiero también homenajear a esa mujer que dio la vida para dar vida, Marielle Franco.
–(Boff)Tu campaña para que reciba el Premio Nobel ya está circulando. Yo le escribí al periodista José Luis Parise, que es muy amigo de (el secretario de Estado del Vaticano Pietro) Parolin, para que hablara con él y que a su vez Parolin hablase con el Papa para lograr un apoyo aunque sea verbal. El Premio Nobel para Lula sería por lo que hizo por los pobres, por la justicia social, por los humildes. Esos son argumentos que tú puedes presentar porque tú mismo recibiste ese Premio Nobel. 
–(Pérez Esquivel) Yo lo recibí en nombre de los pueblos de América Latina. 
–(Boff) Hay que pelear contra el sistema que asesina niños y millones de personas de hambre.
–(Pérez Esquivel) Vos sabés que aquí, con la Marcha de los chicos del pueblo, decíamos que el hambre es un crimen. Tenemos que luchar por la vida, por el derecho... Lula hizo muchísimo para que el hambre dejase de ser un crimen. 
–(Boff) Y es un crimen lo que le han hecho a Lula. Hubo reacción en todos los grandes periódicos. Lula es un prisionero político. Lo condenaron por eso, no por corrupción ni nada de eso. No tiene cuentas en el exterior, no fue un corrupto. Siempre fue un pobre. Por eso sigue desafiando a las autoridades. Porque está sufriendo persecución y violencia.
–(Pérez Esquivel) Lo quieren sacar del medio para evitar que, si llega a ser nuevamente presidente, eso refrescaría las políticas en América Latina. En este momento estamos en un retroceso tremendo de violencia. Tratan de destituir las democracias y volver a los golpes de Estado encubiertos para profundizar la pobreza y el hambre.
–(Boff) El proyecto del imperio es recolonizar toda América Latina para que sea solo productora de materias primas y no una nación autónoma. 
–(Pérez Esquivel) Cuenten con toda la solidaridad y el apoyo como pueblos hermanos. 
–(Boff) Tenemos que estar juntos para resistir la lógica de Donald Trump. Si no vamos a ser nuevamente una colonia exportadora de productos para ellos. 
–(Pérez Esquivel) En la Argentina también tenemos nuestras dificultades y nuestras luchas, pero no vamos a bajar los brazos a pesar de la tristeza. 
–(Boff) Mantengamos la esperanza. Como decía San Agustín, la esperanza tiene dos hermosas hermanas: la indignación contra todo lo malo y la valentía para crear caminos nuevos. 
–(Pérez Esquivel) Lo compartimos y tratamos de ponerlas en práctica en la vida cotidiana. Hace falta resistencia para poder construir, porque la destrucción es rápida. Quieren destruir todo para concretar la alternativa que nunca logran del todo.
–(Boff) En nuestro país no tienen un proyecto de Brasil, tienen un proyecto para ellos mismos: alinearse al imperio y dejar al margen, abandonados y despreciados, a los millones de pobres que están al margen. Quieren repetir con los pobres las humillaciones que hacían padecer a los esclavos.
–(Pérez Esquivel) Leonardo, uno de los problemas es el de los grandes medios de comunicación, a los que yo le llamo “prensa canalla” que está confundiendo al pueblo para que acepte el sistema de dominación. Esto que le pasa a Lula y que ocurre en muchos lugares de América Latina. 
–(Boff) Están anestesiando al pueblo. Lula me lo dijo: “Lo que más sufro es que me consideren un ladrón. Es una gran ofensa cuando algunos repiten lo que dicen las cinco familias que dominan los medios y continua y sistemáticamente me acusan sin hechos concretos”. 
–Ustedes dijeron que Lula rezó la “Oración por la paz”.
–(Boff y Pérez Esquivel juntos) Señor, haz de mí un instrumento de tu paz. Y allá donde haya odio yo ponga el amor. Que allá donde haya ofensa yo ponga el perdón. Que allá donde hay discordia yo ponga la unión. Que allá donde hay error yo ponga la verdad. Que allá donde haya duda yo ponga la fe. Que allá donde hay desesperación yo ponga la esperanza. Que allá donde hay tinieblas yo ponga la luz. Que allá donde hay tristeza yo ponga la alegría. 

domingo, 8 de abril de 2018

PARALELISMO ENTRE MARTIN LUTHER KING Y LULA.

Opinión
Tres 4 de abril y una misma lucha
Imagen: Twitter @MidiaNINJA
El reverendo de la Iglesia Bautista de los EE.UU. y Premio Nobel de la Paz Martin Luther
 King fue asesinado en 1968 en el Lorraine Motel, de Memphis, a las 18. Este 4 de abril se
 cumplieron 50 años de ese asesinato, que marcó a la humanidad. Quisieron silenciar la voz
 de quien defendió los derechos civiles de sus hermanos afroamericanos, frente a las
 injusticias y la discriminación imperante en los EE.UU., uno de los países más racistas
 del mundo. Hoy es necesario hacer memoria de su lucha, no violenta, en defensa de la 
dignidad humana amenazada por el racismo y la xenofobia persecutoria del gobierno de 
Trump.
Mientras usted lee esta nota, crece el muro de la infamia entre los EE.UU. y América latina. 
No es el único muro fronterizo en el mundo ni será el último, mientras no aprendamos que 
los muros más difíciles de derribar son los que están en la mente y el corazón. 
Que derribarlos está en la conciencia y valores del ser humano, en el saber de que todos y 
todas somos diferentes, procedemos de distintos países y culturas, idiomas, pero tenemos 
los mismos derechos, que deben ser respetados.
Hace algunos años estuve en el Lorraine Motel para visitar, meditar y orar en la habitación 
donde fue asesinado Luther King. Tuve presentes su espíritu y fe frente al drama de la 
humanidad, cuando afirmó: “Si el mundo termina mañana, igual voy a plantar mi manzano”.
Otro 4 de abril, esta vez del año 1977, regresaba del Ecuador y fui a renovar mi pasaporte 
al Departamento Central de la Policía Federal. Allí fui detenido y llevado a un centro de 
torturas porque las actividades no violentas de lucha contra las dictaduras latinoamericanas
 me habían ubicado en una lista de personas peligrosas para la dictadura argentina.
Era Semana Santa, fui encerrado en un “tubo”, un pequeño calabozo oscuro, maloliente, 
con una colchoneta en el piso, no sabía qué podía pasarme. Un compañero que me 
acompañó a la policía pudo avisar a mi familia y a las organizaciones nacionales e 
internacionales.
Transcurrieron horas interminables en el encierro. Golpeé la puerta del calabozo para poder
 ir al baño, un guardia la abrió, entró la luz y pude ver en la pared muchas inscripciones, 
nombres de seres queridos, insultos, oraciones. Me impresionó una gran inscripción de 
sangre de un prisionero en la pared… decía: “Dios no mata”.
Este 4 de abril se cumplieron 41 años de mi detención, que duró dos años y desde la cual 
viví el horror del poder de la dictadura militar que atentó contra mi vida en distintas 
oportunidades así como contra la vida de nuestro pueblo argentino, que dijo Nunca Más y 
que sigue luchando hasta el día de hoy para que haya Memoria, Verdad y Justicia.
Este mismo 4 de abril también tuvo como protagonista a un luchador no violento contra las
injusticias. Un trabajador sindicalista que fue preso por la dictadura militar de su país, Brasil, 
luego presidente en dos oportunidades y recientemente acaba de sufrir un atentado contra 
su vida en el marco de una persecución política que lo lleva nuevamente a la cárcel por el 
accionar de castas neogolpistas.
No hubo delito cuando destituyeron a la presidenta Dilma Rousseff, la removieron por 
decretos publicados que ya habían sido usados por otros presidentes, no hay delito de Lula 
en la causa del tríplex, sin embargo lo inventaron para poder bloquear su candidatura 
presidencial, porque saben que gana en primera vuelta. No les conviene matarlo, no les 
conviene dejarlo libre, solo les queda criminalizarlo y encerrarlo por el simple pecado de 
haber sacado a más de 30 millones de personas de la pobreza y poner en riesgo los 
privilegios de los grupos de poder que se creen dueños de Brasil.
La lucha no violenta por recuperar los derechos de los pueblos continúa, no podrán acallar 
las voces de la resistencia ni la fuerza de la verdad, que derriba muros y nos llama a seguir 
plantando semillas de esperanza.
* Esta es la carta que presentaré al Comité Nobel en septiembre postulando a Lula al 
Premio Nobel de la Paz.