jueves, 7 de noviembre de 2019

AUSCHWITZ...MEMORIA VERDAD Y JUSTICIA ....SIEMPRE

Auschwitz impone al mundo no olvidar el horror
El 27 de enero de 1945 tropas soviéticas entraban al campo de concentración, donde aún permanecían unos 500 sobrevivientes. Historiadores aseguran que las nuevas generaciones desconocen lo que ocurrió allí.
Fte.: Diario El Día La Plata Bs.As. Argentina (27.1.2020)
SE CALCULA QUE EN AUSCHWITZ FUERON ASESINADAS CERCA DE 1.100.000 PERSONAS, EN SU MAYORÍA JUDÍOS, PERO TAMBIÉN PRISIONEROS SOVIÉTICOS, HOMOSEXUALES Y GITANOS / AP
“Había tal hedor que era imposible estar ahí por más de cinco minutos. Mis soldados no lo podían soportar y me rogaban para que los dejara ir. Pero teníamos una misión que cumplir”, contó Anatoly Shapiro, el primer oficial del ejército soviético que entró al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau tras la derrota alemana en la Segunda Guerra Mundial. Fue la mañana el 27 de enero de 1945, una fecha de la que hoy se cumplen 75 años y que impone nuevamente al mundo la obligación moral de no olvidar ese horror.
Aunque no fue el único campo de concentración creado por el régimen nazi, el de Auschwitz fue el de mayor tamaño y el más brutal. Según estadísticas del Museo del Holocausto, 1.100.000 personas fueron asesinadas en él desde que comenzara a funcionar en 1940 hasta la mañana de su liberación. Si bien la mayoría de esas víctimas fueron judías, también murieron en él polacos, prisioneros de guerra soviéticos, homosexuales, gitanos y testigos de Jehová.
“No teníamos la menor idea de la existencia de ese campo. Mi comandante no nos había dicho nada sobre este asunto”, contó Shapiro, quien en ese momento tenía 32 años y junto a sus hombres dio con unos 500 sobrevivientes en un estado desolador. “Vimos algunas personas vestidas con harapos. No parecían seres humanos, lucían terrible, eran puro hueso. Les dijimos que éramos del ejército soviético y que quedaban libres del dominio alemán pero no reaccionaron, no podían ni mover la cabeza o decir una palabra”.
Cuando las tropas soviéticas se internaron en las barracas vieron decenas de “mujeres que yacían sin vida sobre el suelo, desnudas, porque la ropa se la habían robado. Había mucha sangre y excrementos humanos alrededor”. “En el último cuartel sólo habían dos niños que habían logrado sobrevivir y cuando nos vieron comenzaron a gritar: ‘¡No somos judíos!, ¡no somos judíos!’. Estaban asustados porque pensaron que los íbamos a llevar a la cámara de gas”, contó el oficial.
“LA SOLUCIÓN FINAL”
A unos 43 kilómetros al oeste de Cracovia, en una localidad polaca que los nazis re nombraron como Auschwitz durante su ocupación, el campo de exterminio homónimo se levantó sobre unas barracas de ladrillo que habían pertenecido al ejército polaco, y al que luego se les fueron sumando otras instalaciones: complejos fabriles, granjas, crematorios, cámaras de gas masivas...
Destinado a someter al trabajo esclavo y asesinar a los prisioneros que llegaban a el, Auschwitz fue creciendo hasta llegar a tener más de cuarenta sub campos a su alrededor. Para llevar a cabo su plan de exterminio el régimen nazi se valió del tendido ferroviario existente, a través del cual trasladaba hasta el campo de concentración a niños, mujeres y hombres apresados por “indeseables” en distintas regiones del territorio europeo bajo su ocupación.
En esos trenes de la muerte los prisioneros eran encerrados en vagones donde se los sometía al hacinamiento, el hambre, el frío durante el viaje, que solía durar varios días. Aunque se les decía que iban a trabajar, su destino era ser asesinados apenas arribaban.
Según estimaciones del Centro Mundial de Conmemoración de la Shoá de Jerusalén, Yad Vashem, en ese campo fueron asesinados más de un millón de judíos, 70.000 polacos, 25.000 gitanos, 15.000 prisioneros de guerra soviéticos. Además hubo otros grupos perseguidos, como homosexuales, testigos de Jehová y personas con discapacidad.
Bajo la supervisión del jefe de la Gestapo, Heinrich Himmler, Auschwitz fue inaugurado el 20 de mayo de 1940, y estuvo dirigido al principio por el oficial de las SS, Rudolf Hoss, quien fue capturado y juzgado en los juicios de Nuremberg en los que se lo condenó a muerte. La pena se cumplió delante del crematorio del mismo campo de concentración, donde murió ahorcado en 1947. Su reemplazante Arthur Liebehenschel fue también juzgado por un tribunal polaco y ejecutado en 1948.
Richard Baer, el último nazi que dirigió Auschwitz, vivió bajo una falsa identidad en Hamburgo, hasta que fue reconocido y arrestado. Se suicidó en prisión antes de que se iniciara su proceso en 1963. Se estima que cerca de 6.500 miembros de las SS trabajaron en Auschwitz, en pequeñas o en grandes tareas, para cumplir con la denominada “solución final” de exterminio a los judíos, diseñada entre otros por Adolf Eichmann.
Setenta y cinco años después de aquella tragedia, muchos historiadores se siguen preguntando por qué las fuerzas aliadas -entre ellos el primer ministro británico, William Churchill-, no ordenaron el bombardeo de las líneas ferroviarias en Polonia, que conducían al mayor campo de concentración.
APRENDER DEL PASADO
Hace poco más de un mes, la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, visitó por primera vez Auschwitz en sus 14 años de mandato, acompañada por el primer ministro polaco, y se manifestó “profundamente avergonzada por los atroces crímenes que cometieron los alemanes”.
“Nunca debemos olvidar, y tampoco relativizar (...). Lo que ocurrió aquí no se puede entender con sentido común”, afirmó tras visitar un barracón donde había latas vacías del venenoso Zyklon B, utilizado por los nazis en las cámaras de gas.
Pero “el Holocausto fue mucho más que Auschwitz: fueron seis campos de exterminio y cientos de trabajo forzado, fue el intento de borrar una cultura, un idioma, una nación, fue la destrucción de sinagogas y la quema de libros”, explica Dina Porat, historiadora del Centro para la Memoria del Holocausto en Jerusalén.
Porat, que dirige el Centro Kantor para el Estudio del Judaísmo en Europa, aprovecha la fecha para alertar del creciente antisemitismo en el mundo y señala entre sus causas lo que denomina una “crisis de las democracias” y el fortalecimiento de la derecha en Europa que dice “tiene capas de antisemitismo tradicional”.
Algo que la preocupa especialmente es un proceso que llama “fatiga del Holocausto” y que identifica en jóvenes pertenecientes a la tercera generación posterior a la guerra, que cuestionan la historia del Holocausto como parte de un proceso de fortalecimiento de sus identidades nacionales, alejadas de sentimientos de culpa y responsabilidad.
“Además, esta tercera generación evidencia una ignorancia notable sobre la Segunda Guerra Mundial”, advierte la historiadora, quien lo vincula al desvanecimiento del sentimiento de obligación de Europa para con los judíos que permite la aparición de sentimientos antisemitas.
“Hay mucho más odio en el mundo de hoy”, apunta Porat al señalar que “el Holocausto debe ser un punto de partida para educar a los más jóvenes sobre la aceptación del otro y la igualdad”.

viernes, 6 de septiembre de 2019

Denuncia de Organizaciones ante la CIDH por ataques a jueces y la abogacia vinculada a derechos humanos

"Los actos de presión socavaron la independencia"
Denuncia ante la CIDH por la intromisión del Gobierno en la Justicia
Un grupo de organizaciones ligadas al Derechos presentaron un escrito detallando los jueces, fiscales y abogados que sufrieron ataques desde el Ejecutivo.
El documento elevado a la CIDH hace un detalles de los jueces y jueces atacados.
El documento elevado a la CIDH hace un detalles de los jueces y jueces atacados. 
Un grupo de organizaciones ligadas al ámbito del Derecho presentó una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) donde señala una por una las “intromisiones indebidas, presiones y ataques” a jueces, defensores y abogados, al igual que a organismos como el Consejo de la Magistratura, ocurridos desde la llegada de Mauricio Macri al Gobierno. Se refieren a un enorme abanico de situaciones entre las que destacan procesos que derivaron en “una persecución desatada contra líderes políticos y sociales de la oposición”
“Lo que se describe –dice el texto al que accedió Página/12-- está directamente dirigido a disciplinar a los magistrados que dictan resoluciones que no son acordes a la voluntad del Poder Ejecutivo, lo que conlleva a la consecuencia de generar una magistratura adicta….” Las modalidades de esta ofensiva descriptas también en la presentación son variadas pero han incluido especialmente pedidos de juicio político, denuncias penales y aprietes a través de los medios de comunicación, a veces en boca del propio Macri. El documento elevado al organismo internacional hace un listado de más de veinte jueces y juezas atacados, muchos de ellos nombres conocidos, más otros actores del sistema judicial con sus historias específicas. Aparecen desde Raúl Zaffaroni, Daniel Rafecas, Eduardo Freiler, Sebastián Casanello, Luis Arias, Alejo Ramos Padilla, Luis Carzoglio, Enrique Arias Gibert, Ariel Lijo, Luis Raffaghelli, hasta la ex procuradora Alejandra Gils Carbó, ficales como Federico Delgado y Gabriela Boquín, y abogados, muchos de ellos de causas de derechos humanos. El planteo inserta todo esto en el actual contexto político y económico y hasta habla de la “inconstitucionalidad del endeudamiento”.
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La lista de los nombres y los detalles de los casos impacta por la cantidad y la descripción de los hechos señalados. “Los actos de intimidación y presión al Poder Judicial y los diversos órganos que componen el sistema judicial argentino, como el Ministerio Público, el Consejo de la Magistratura entre otros, han socavado la independencia” de “éste poder del Estado de derecho (…) en decisiones que contraríen los deseos del Poder Ejecutivo (…) el cumplimiento e implementación de un Poder Judicial independiente e imparcial se ha visto atacado desde el10 de diciembre de 2015 con la asunción a la presidencia de Mauricio Macri”, advierten la denuncia. Los organismos que la firman son Abogados Por la Justicia Social (AJuS), AJUS La Plata, Berisso y Ensenada, la Asociación Argentina de Juristas, La Asociación Latinoamericana de Jueces del Trabajo, la Asociación Justicia Legítima, el Grupo de Trabajo sobre Estudios Críticos del Derecho (CLACSO), la Liga Argentina por los Derechos del Hombre y la Federación Internacional de Derechos Humanos.
Los “ataques” que señalan los organismos “no han sido aislados ni deben ser analizados independientemente entre sí, sino que se han llevado a cabo con precisión temporal”. “Se está ejecutando un plan en la República Argentina” basado “en la necesidad de encontrar un respaldo punitivo a decisiones políticas que, sin ese escudo judicial, serían imposibles de ser llevadas a cabo”, dice el texto. “Sostenemos que la independencia de los magistrados e instituciones jurídicas se ha visto sometida a expresiones intimidantes directas e indirectas”, agrega. Los denunciantes piden en el escrito una audiencia en la CIDH y la aspiración es lograr una medida cautelar –facultad que tiene la comisión—para frenar este proceso. 
Entre los mecanismos de presión o de colonización que desnudan, los más sutiles son la prolongación de subrogancias para que los/as jueces/as intenten complacer al poder que debe darles un nombramiento definitivo, los traslados de jueces a dedo de un tribunal a otro (algo que se ha implementado en tribunales estratégicos como la Cámara Federal, la Casación Federal y tribunales orales que deben juzgar a ex funcionarios, aunque en este caso hubo un freno de la Corte), los concursos condicionados políticamente, y los recortes o manejos con el presupuesto. Dentro del propio Consejo de la Magistratura --el organismo que elige y sanciona a los jueces-- “el Gobierno urdió maniobras para destituir a los miembros de la oposición en el Consejo de la Magistratura y designar a simpatizantes suyos o políticamente dóciles”, advierte la presentación. 
El punto de partida de la denuncia es el nombramiento por decreto y en comisión de dos jueces de la Corte Suprema --Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti-- primera medida del gobierno de Macri, que luego tuvieron que pasar por el senado porque los supremos en funciones se negaban a tomarles juramento y el escándalo era mayúsculo.

Jueces y juezas

Junto con el ex camarista Freiler, que integraba la lista negra de Macri --a quien había procesado por el espionaje en la Ciudad, entre otras cosas-- la denuncia recuerda que al ex juez supremo Zaffaroni diputados oficialistas intentaron impulsar su remoción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos porque no les gustan sus ideas, lo que tradujeron en “inhabilidad moral y actuación partidista”.
Luis Arias fue destituido por impulso de Cambiemos y del procurador Julio Conte Grand tras su intervención favorable al gremio docente, pero principalmente por el contenido de sentencias defensoras del derecho a la vivienda, a las personas privadas de la libertad, y contrarias a los tarifazos, entre otras. A Daniel Rafecas le abrieron un expediente disciplinario --cerrado por burdo-- por decir que no había delito en la denuncia que hizo Alberto Nisman antes de aparecer sin vida, donde acusaba a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner de encubrimiento de los iraníes acusados del atentado a la AMIA. A él y también a Ariel Lijo –que tramita causas contra el gobierno actual, como el caso del Correo-- les abrieron investigaciones por supuesto cajoneo de expedientes en función de la denuncia de una ONG ligada al Poder Ejecutivo (Unidos por la Justicia) y el Colegio de abogados de la Calle Montevideo. La jueza Martina Forns fue “descalificada públicamente por funcionarios del Ejecutivo” después de frenar el aumento de la tarifa de luz. Sebastián Casanello “recibió presiones para que incriminara a la ex presidenta”, lo que se vio en los medios y en la catarata de presentaciones de la Unidad de Información Financiera y la Oficina Anticorrupción del Poder Ejecutivo. También fue “hostigado públicamente” Carlos Rozanski, ex juez de tribunal oral que condenó a represores. Macri, dicen los denunciantes, también descalificó al juez Carlos Rossi, que había excarcelado al femicida de Micaela García.
Uno de los casos recientes más escandalosos es el de Luis Carzoglio, el juez de Avellaneda que se negó a detener a Pablo Moyano ante un pedido del fiscal Sebastián Scalera en una causa sobre el club Independiente por considerar que no había pruebas, y que reveló que lo habían ido a ver dos funcionarios de la AFI que le entregaron un borrador con la orden de detención de Hugo y Pablo Moyano. Lo increíble fue que las autoridades del a AFI lo reconocieron ante la Comisión Bicameral de inteligencia. Pero Carzoglio fue suspendido y tiene un jury en camino. El otro ejemplo burdo de persecución, es el de las denuncias y pedido de remoción contra el juez federal de Dolores Alejo Ramos Padilla, a quien primero le abrieron un expediente en el Consejo solo por haber ido a hablar al Congreso sobre su investigación sobre espionaje ilegal .
Párrafo aparte merecen los integrantes del fuero laboral, particularmente atacados cuando el Gobierno fogoneaba despidos y recortaba derechos de los trabajadores. 

Fiscales y abogados

El caso paradigmático mencionado es el de la ex procuradora Alejandra Gils Carbó, quien había sido designada en 2012 con acuerdo del Senado pero, dice la presentación, el Poder Ejecutivo, se propuso “lograr su renuncia” y “degradar y restar jerarquía y peso político institucional al Ministerio Público Fiscal mediante intervenciones de funcionarios y hostigamiento mediático de las grandes empresas de comunicación aliadas al gobierno”. 
Entre los “actos de persecución abogados intervinientes en casos de lesa humanidad o derechos humanos” el texto señala denuncias “artificiosas” contra Luis Paz y Elizabeth Gómez Alcorta, defensores de Milagro Sala; mientras que sufrió un atentado en su casa el abogado Jorge Cholvis, del instituto Arturo Sampay y denunciante con Arístides Corte y Eduardo Barcesat del presidente Macri por la negociación con los fondos buitre y la actividad personal y de otros funcionarios con sociedades “off shore”.
Los denunciantes subrayan, en varios casos –como el D’Alessiogate—los intentos de injerencia explícita del Poder Ejecutivo y en otros implícitas. Muestran una preocupación por general por estos ataques que, dicen, “no tienen precedentes en el país” y han “provocado consecuencias también fuera del sistema judicial". 

martes, 27 de agosto de 2019

CASOS DE COMPLICIDAD JUDICIAL CON DELITOS DE LESA HUMANIDAD

La impunidad de los cómplices judiciales del terror
Un relevamiento de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad detalla que, de los 48 ex miembros del Poder Judicial acusados por su actuación durante la dictadura, hay 35 que aún no recibieron sentencia.
Fte. P.12 27-8-2019
Hace pocos día comenzó en Salta el juicio al ex juez Ricardo Lona, acusado por su rol en la desaparición del ex gobernador Miguel Ragone, en 1976.
Hace pocos día comenzó en Salta el juicio al ex juez Ricardo Lona, acusado por su rol en la desaparición del ex gobernador Miguel Ragone, en 1976. 
La investigación sobre la responsabilidad de ex miembros del Poder Judicial en delitos de lesa humanidad sigue siendo, a 43 años del inicio de la dictadura, una deuda del Estado con la sociedad argentina. Excepto por un puñado de condenas aisladas y por el admirable caso de Mendoza, que en 2017 logró una histórica sentencia contra el ex camarista Otilio Romano y otros tres ex magistrados, la mayoría de los imputados dilata las causas con éxito durante años pese a la perseverancia de querellantes, fiscales y organismos de derechos humanos. Según un informe de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad, hay actualmente 48 ex jueces, fiscales, defensores o secretarios investigados en distintas instancias, de los cuales 35 todavía no recibieron una sentencia. Otros once llegaron a estar imputados pero murieron antes de ser juzgados.
Este mes comenzó en Salta el juicio al ex juez federal Ricardo Lona, acusado de prevaricato, encubrimiento y omisión de perseguir a los responsables del secuestro y posterior desaparición del ex gobernador Miguel Ragone el 11 de marzo de 1976. El caso de Lona, que además es investigado por su rol en la Masacre de Palomitas, es un ejemplo de la resistencia del Poder Judicial a depurarse. Luego de interminables excusaciones y recusaciones de jueces y conjueces, fue procesado en 2007. Dos años después lo sobreseyó la Cámara Federal de Salta y recién a fines de 2011 la Cámara de Casación ordenó reabrir la investigación por el encubrimiento del asesinato de Ragone. Fueron necesarios casi ocho años más para lograr sentarlo en el banquillo.
Otra excepción a la regla de la impunidad, producto del incansable trabajo de víctimas, abogados y fiscales, es el del ex fiscal federal chaqueño Domingo José Mazzoni, a quien juzga desde el mes pasado el Tribunal Oral Federal de Resistencia. Ya en 1984 la comisión investigadora de la Cámara de Diputados de Chaco tomó nota de la participación de Mazzoni en torturas físicas y psicológicas, pero nada le impidió seguir en carrera. En 2003, cuando se reabrieron las causas, el CELS e Hijos Chaco pidieron su apartamiento, que el procurador Esteban Righi ordenó cuatro años después tras un largo sumario administrativo. Para evitar ser sometido a un jury de enjuiciamiento, renunció al cargo. Tiene procesamiento confirmado desde el lejano 2013. A esa misma instancia de culpabilidad arribaron el ex fiscal Carlos Flores Leyes y el ex juez federal Luis Angel Córdoba, que murieron antes de llegar a juicio.
El tercer ex magistrado sometido a juicio en estos días es el ex fiscal federal Juan Carlos Yanello, a quien el Tribunal Oral Federal de San Juan juzga junto a otros 34 acusados como partícipe primario en secuestros, tormentos, violaciones y homicidios. También este mes, el tribunal riojano que absolvió al ex jefe del Ejército César Milani condenó, entre otros, al ex juez federal Roberto Catalán. Los fiscales habían pedido una pena de veinte años de prisión pero recibió sólo cuatro. Catalán ya había sido condenado en 2016 a doce años de cárcel por encubrir un homicidio y siete casos de tormentos.
Según el relevamiento de la Procuraduría que encabeza la fiscal María Angeles Ramos, son once los ex integrantes del Poder Judicial condenados por delitos de lesa humanidad. En la megacausa cuyana, además de Romano (que desde la Cámara Federal de Mendoza obstaculizó los juicios durante años y después se profugó en busca de impunidad) fueron condenados Rolando Evaristo Carrizo, Luis Francisco Miret y Guillermo Max Petra Recabarren en Mendoza. En Córdoba, en otro juicio que se centró en la actuación de ex magistrados, fueron condenados Miguel Angel Puga y Antonio Sebastián Cornejo, en tanto Ricardo Haro y Carlos Otero Alvarez lograron la absolución. Completan la lista de condenados Eduardo Francisco Allende en San Luis, Luis María Vera Candiotti en Santa Fe, Manlio Torcuato Martínez en Tucumán, Gustavo Modesto Demarchi en Mar del Plata y Roberto Catalán en La Rioja.

lunes, 1 de julio de 2019

OIT APROBO EL CONVENIO SOBRE LA ELIMINACION DE LA VIOLENCIA Y EL ACOSO EN EL MUNDO DEL TRABAJO

El Convenio sobre violencia y acoso, 2019, y la Recomendación sobre violencia y acoso, 2019 , fueron adoptados por los delegados en el último día de la Conferencia Internacional del Trabajo del Centenario, celebrada en Ginebra. Se emitieron 439 votos a favor de la aprobación del Convenio y 7 en contra, y se produjeron 30 abstenciones. La Recomendación se aprobó con 397 votos a favor, 12 en contra y 44 abstenciones. 

En el Convenio se reconoce que la violencia y el acoso en el mundo del trabajo "pueden constituir un incumplimiento o una inobservancia de los derechos humanos... y poner en riesgo la igualdad de oportunidades, y que son inaceptables para lograr un trabajo decente, e incompatibles con este". La "violencia y el acoso" se definen como comportamientos, acciones o amenazas "que tengan por objeto, que causen o sean suceptibles de causar, un daño físico, psicológico, sexual o económico". Por otro lado, se recuerda a los Estados Miembros que tienen la responsabilidad de promover un "entorno general de tolerancia cero". 

El objetivo de la nueva norma internacional del trabajo es proteger a trabajadores y empleados, con independencia de su situación contractual, incluidas las personas que realicen actividades de capacitación, pasantías y formación profesional, los trabajadores cuyo contrato se haya rescindido, las personas que realicen labores de voluntariado o busquen trabajo, y los solicitantes de empleo. En virtud de la norma se reconoce que "individuos que ejercen la autoridad, las funciones o las responsabilidades de un empleador" también pueden ser objeto de casos de violencia y acoso. 
En el marco de las nuevas normas se reconoce el derecho de todas las personas a un entorno laboral exento de violencia y de acoso."
Guy Ryder, Director General de la OIT
La norma abarca la violencia y el acoso en el ámbito laboral; los lugares en los que se remunere a un trabajador, realice recesos en el trabajo para descansar o comer, o use instalaciones sanitarias, de lavado o de cambio de indumentaria; viajes, desplazamientos, programas de formación, eventos o actividades sociales de índole profesional; comunicaciones relacionadas con el trabajo (en particular mediante tecnologías de la información y la comunicación), lugares de alojamiento proporcionados por el empleador; y los desplazamientos desde y hasta el lugar de trabajo. La norma reconoce asimismo que en los casos de violencia y acoso pueden participar terceros. 

Guy Ryder, Director General de la OIT, acogió con satisfacción la aprobación de dicha norma.. Señaló que “en el marco de las nuevas normas se reconoce el derecho de todas las personas a un entorno laboral exento de violencia y de acoso". Y añadió: "La siguiente etapa consistirá en la aplicación de esas medidas de protección, con objeto de fomentar un entorno laboral mejor, más seguro y decente para mujeres y hombres. Estoy convencido de que, habida cuenta de la cooperación y la solidaridad que hemos constatado al respecto, y el interés público manifiesto en la adopción de medidas, se producirá una ratificación de forma rápida y generalizada para que se lleven a cabo las acciones pertinentes". 

La Directora del Departamento de Condiciones de Trabajo e Igualdad (Workquality) de la OIT, Manuela Tomei, comentó que "sin respeto, no hay dignidad en el trabajo y, sin dignidad, no hay justicia social. Es la primera ocasión en la que se adoptan un Convenio y una Recomendación sobre violencia y acoso en el mundo del trabajo. Ello nos ha permitido consensuar una definición de la violencia y del acoso. Sabemos las medidas que hay que aplicar para evitar y abordar este problema, y quién debe adoptarlas. Esperamos que las nuevas normas contribuyan a forjar el futuro del trabajo que todos anhelamos". 

El Convenio entrará en vigor 12 meses después de que dos Estados miembros lo hayan ratificado. La Recomendación, que no es jurídicamente vinculante, proporciona directrices sobre el modo de aplicar el Convenio. 

Este es el primer nuevo Convenio que aprueba la Conferencia Internacional del Trabajo desde 2011, año en que se adoptó el 
Convenio sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos, 2011 (núm. 189) . Los convenios son instrumentos internacionales jurídicamente vinculantes, al tiempo que las recomendaciones proporcionan asesoramiento y orientación. 

La OIT, el organismo de las Naciones Unidas encargado de las cuestiones relativas al mundo del trabajo, 
conmemora su centenario en 2019 

La 
Conferencia del centenario , que fue la 108ª Reunión de la Conferencia, contó con la participación de más de 5.700 delegados, en representación de gobiernos, trabajadores y empleadores de los 187 Estados Miembros de la OIT. Se espera que la Conferencia adopte una histórica Declaración del Centenario de la OIT, en la que se haga hincapié en un enfoque centrado en el ser humano con respecto al futuro del trabajo. 

lunes, 17 de junio de 2019

SENTENCIA LABORAL EN BARCELONA CONDENA A EMPRESA DE DELIBERY





Un repartidor de Deliveroo en bici.  / DANNY CAMINAL / FERRAN SENDRA
Continúa la batalla judicial en toda España para discernir si el modelo laboral de las empresas de reparto a domicilio que operan a través de plataformas son legales o no. El último escenario ha sido Barcelona, donde este miércoles se ha hecho pública una sentencia del juzgado número 31 de lo social que ha determinado que 10 exrepartidores de Deliveroo operaban como falsos autónomos. Este fallo es el primero en la capital catalana en relación a la multinacional y ha sido contrario a sus intereses.
No obstante, la Inspección de Trabajo ya falló el pasado julio del 2018 en relación a esta cuestión, considerando a los "colaboradores" falsos autónomos e interpuso una multa de 1,3 millones de euros a Deliveroo. La multinacional, por su parte, se ha limitado a afirmar en un comunicado que "Deliveroo recurrirá la sentencia, que no refleja la forma en que la compañía colabora con los riders".
La sentencia, a la que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, pone el émfasis en el concepto de "ajenidad", es decir, que los repartidores, pese a la flexibilidad de metodología y horarios de la que disponen, no podrían operar sin el decisivo papel de la aplicación y el algoritmo de Deliveroo. Un elemento que no fue decisivo para el criterio de otros casos anteriores relacionados con empresas del sector, como Glovo. En dicho caso, los dos precedentes judiciales que ha habido hasta ahora en Barcelona son de dos sentencias favorables, que no habían considerado determinante este factor. 

"Voy a ir uno por uno a ver quién no aplica"

La primera sentencia de Deliveroo en Barcelona (en Valencia ya hubo una, contraria) no se apoya solo en la ajenidad, sino que el magistrado, en sus 64 páginas de desarrollo, también recoge pruebas documentadas de presiones sobre los entonces repartidores por parte de la compañía para que aceptaran pedidos, sino querían ser penalizados en asignaciones posteriores. El tono de algunos mensajes acreditados dan fe de dicha subordinación: "Me voy a encargar de ir uno por uno viendo quién no aplica a todos los repartos de máxima importancia".
Otros desmienten, al menos en el momento en el que operaban los 'riders' involucrados, algunos argumentos a favor del modelo de autónomos. Un trabajador por cuenta propia es alguién que, libremente, escoge a quién vende sus servicios y no es incompatible que trabaje para más de un proveedor. "Buenas noches! Recordamos que nunca se deben entregar pedidos con bolsas de la competencia", es otro de los mensajes recogidos en la sentencia. 
"Sin la disponibilidad durante los tres repartos pico no se garantizarán repartos durante los otros días" o "una vez que el reparto se os asigna la única manera de cambiarlo es encontrar un sustituto de vuestra zona" son algunos de los mensajes mandados desde la empresa que la acusación ha aportado como prueba de la subordinación de los repartidores frente a Deliveroo. Unos mensajes que, para el abogado defensor del Col·lectiu Ronda Natxo Parra, incluyen "elementos más que suficientes para desarticular completamente la falacia sostenida por Deliveroo, Glovo, Uber Eats y otras empresas sobre la libertad de sus repartidores para actuar con libertad".
Los 10 ex 'riders' fueron despedidos en el verano del 2017, como represalia por su participación en protestas contra el modelo laboral de la compañía, tal como constata el documento judicial. Por ello, el juez ha condenado a Deliveroo a readmitir a nueve de ellos, quedando el décimo excluido, ya que manifestó su voluntad previamente de no trabajar más para la compañía. Ello irá acompañado de una indemnización de 9.913,66 euros a los nueve readmitidos y 3.662,66 euros al décimo.

miércoles, 29 de mayo de 2019

BURNOUT INCLUIDO COMO ESTRES CRONICO LABORAL en la CIE

La OMS incluyó en su lista el burnout y la adicción a los videojuegos
El estrés laboral y los jueguitos p
ueden enfermar
La OMS consideró la adicción al videojuego como un “trastorno de dependencia” y al estrés crónico como un síndrome resultante del estrés crónico laboral.
El estrés laboral y la adicción a los videojuegos entraron en la Clasificación Internacional de Enfermedades.
El estrés laboral y la adicción a los videojuegos entraron en la Clasificación Internacional de Enfermedades. 
La Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyó en su lista de trastornos mentales al desgaste laboral, conocido popularmente como síndrome de burnout, y la adicción a los videojuegos, luego de que los Estados miembros acordaran su inclusión en la nueva versión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE).
La nueva CIE entrará en vigencia el 1º de enero de 2022, y fue aprobada por los Estados durante la 72º Asamblea Mundial de la Salud, que se realiza en Ginebra, Suiza. “Es la primera vez que el desgaste profesional entra en la clasificación” de la entidad, subrayó el vocero de la OMS, Tarik Jasarvic.
En la nueva CIE, el desgaste por exceso de trabajo será incluido en la sección de “problemas asociados al empleo y desempleo”, y quedará definido como “agotamiento físico y mental debido al estrés crónico asociado con el trabajo y el desempleo”. Será reconocido en tanto como “un síndrome resultante de un estrés crónico en el trabajo que no fue gestionado con éxito” y “se refiere específicamente a fenómenos relativos al contexto profesional”, advirtió la entidad. Por ello, la categoría “no debe utilizarse para describir experiencias en otros ámbitos de la vida”.
De acuerdo con la OMS, el burnout se caracteriza por combinar “sensación de agotamiento”, “cinismo o sentimientos negativos relacionados con su trabajo” y “eficacia profesional reducida”.
Por otra parte, la adicción a los videojuegos, incluida en “trastornos de dependencia”, es definida como “un nuevo tipo de trastorno mental” que puede reconocerse en alguien “con entusiasmo excesivo para los juegos de computadora y video”. Debe ser observable durante un año, a lo largo del cual “debe haber signos de un trastorno del juego que afecte negativamente a la familia, a la sociedad, a la educación, al profesional y a otras áreas de la vida”.
La OMS señaló que los trastornos identificados fueron incluidos en la CIE para que los profesionales de la salud y los Estados refuercen medidas de prevención y tratamientos.
Si llegaste hasta acá…

martes, 2 de abril de 2019

Un nuevo aniversario de Malvinas

Los futbolistas-colimbas que combatieron en la guerra por las islas
Historias de pelotas y trincheras en Malvinas
Los relatos de Juan Colombo y de Edgardo Esteban repasan las vivencias de ex jugadores que pasaron de entrenarse en una cancha a chapotear barro y esquivar las bombas inglesas.
El periodista Edgardo Esteban con el uniforme de combate y en una visita a River.
El periodista Edgardo Esteban con el uniforme de combate y en una visita a River. 
Llegaron a las Malvinas cuando comenzaban la vida adulta. Estaban asomándose a la Primera de sus clubes o seguían en sus semilleros hasta que los llamaron a la guerra. Cambiaron su refugio natural en clubes como River, San Lorenzo, Huracán, Estudiantes o Los Andes por una pequeña trinchera o pozo de zorro. Ya no pertenecían a un equipo y sí a un regimiento, batallón o compañía que les auguraba un futuro más incierto que su sueño pendiente de ser futbolistas. Habían dejado de entrenarse en una cancha para el partido de cada fin de semana. Tuvieron que chapotear sobre una mezcla de barro y turba para esquivar las bombas inglesas. El 13 de junio de 1982, un día antes de la rendición, algunos soldados con la fatiga encima del combate, quisieron tener su breve momento de distracción. “Me desesperaba por escuchar el partido inaugural, el de Bélgica 1-Argentina 0 en el Mundial de España”, recuerda ahora Edgardo Esteban, colimba clase 62, periodista de Telesur y ex juvenil de Morón, San Lorenzo y Argentinos Juniors. 
Juan Gerónimo Colombo dice que “Estudiantes, Bilardo y el fútbol me salvaron la vida”. La guerra postergó su debut en Primera casi un año. El 3 de abril de 1983 le tocó saltar a la cancha de Instituto de Córdoba contra Unión San Vicente. Jugó como siete partidos hasta que se rompió los ligamentos de la rodilla derecha. “Terminé mi carrera en Ferro de General Pico, y aunque viajé a España para incorporarme al Logroñés, por aquella lesión tuve que abandonar el fútbol. Vivo en Roque Pérez de mi jubilación y algunos alquileres”, le cuenta a PáginaI12.  
Las historias de Esteban y Colombo son apenas dos entre casi una docena protagonizadas por pibes que anhelaban un destino de Primera y terminaron en las islas del Atlántico Sur. Esteban escribió Iluminados por el Fuego   –con la colaboración de Gustavo Romero Borri– que fue llevado al cine por Tristán Bauer. El ex número 9 de Estudiantes –aunque es hincha de San Lorenzo– dice que haber pasado por ese club “fue como haber estado en Old Trafford con Zubeldía”. Cuando se acerca cada 2 de abril, lo convocan a charlas evocativas igual que al periodista. Los dos tienen en común otra cosa. Volvieron de las islas con hepatitis. 
En la película donde lo interpreta Gastón Pauls, hay una escena en que los soldados juegan a la pelota en un gallinero. Esteban corrobora que ese picado existió. Hoy todavía afirma que “quería ser jugador de fútbol, pero fue mi gran frustración”. El corresponsal de Telesur en el país no pasó de la quinta división de Argentinos Jrs. “En las inferiores íbamos al polideportivo de Arata a ver cómo se entrenaba Maradona. Yo tenía de director técnico a Tardivo”, recuerda. Cuando volvió de Malvinas su rumbo futbolístico se desvió hacia el periodismo. Pudo seguir jugando de delantero en los torneos sindicales de prensa y ya no marcaba a Jorge la Chancha Rinaldi como en los juveniles. Lo marcaban a él colegas que no tenían demasiada idea de cómo patear una pelota. 
Colombo cumple con el pedido de fotografías que le hicimos sobre su etapa de soldado-jugador. En una imagen se lo ve en cuclillas formado con la camiseta de Estudiantes y con el estadio Monumental de fondo. En la otra aparece vestido de colimba, con la ropa de fajina y la cara embetunada con su gran amigo, el conscripto José Luis Del Hierro cuyos restos se encuentran en el cementerio de Darwin. El delantero cuenta que Roque Pérez ya no es lo seguro que era cuando se instaló ahí. También explica que quebró la principal empresa avícola del pueblo. Criave empleaba a unos 3000 trabajadores de manera directa e indirecta y exportaba pollos a Rusia y Hong Kong. La importación de aves brasileñas, combinada con el tarifazo, destruyó la economía de la principal fuente de trabajo local.
En 2016 el periodista Andrés Burgo publicó el libro El partido sobre el imborrable Argentina 2-Inglaterra 1, por los cuartos de final del Mundial de México 86. En el trabajo se brindan detalles sobre los doce futbolistas que lucharon en Malvinas. A Colombo y Esteban hay que sumarles los casos de Omar De Felippe y Luis Escobedo –los dos jugadores que llegaron más lejos en sus carreras deportivas–, Javier Dolard (inferiores de Boca), Gustavo De Luca (River), Héctor Cuceli (San Lorenzo), Claudio Petruzzi (Rosario Central), Raúl Correa (Mandiyú de Corrientes), Sergio Pantano (Talleres de Remedios de Escalada), Julio Vázquez (Centro Español de la Primera D) y el arquero Héctor Rebasti, quien pasó por el semillero de San Lorenzo pero cuando lo mandaron a las islas integraba el plantel de Huracán.
Juan Colombo, el colimba (izq.), y con la camiseta de Estudiantes, en el Monumental.
Al club de Parque Patricios volvería De Felippe después de la guerra. El conscripto se carteaba con su amigo Claudio Morresi, cuyo hermano Norberto fue desaparecido por la dictadura hasta que sus restos fueron identificados por el EAAF en democracia. Aquel le escribió una vez desde su trinchera: “Quiero que me hagas una gauchada. Decile a Rendo si todavía está, que no se le ocurra dejarme libre porque voy a ir con mi ametralladora y no va a quedar nadie”. Alberto Rendo fue ídolo de Huracán y San Lorenzo, un crack de otra época. El recluta que se transformaría en jugador de primera división en 1983 y en entrenador de muchos equipos después (el último fue Newell’s) solía cargar un arma de 11 kilos, su ametralladora MAG. Salvó su vida porque saltó de su refugio unos segundos antes de que cayera una bomba. Lo había llamado su capitán para ir hacia otro lugar. Fue providencial.  
Burgo cree recordar que a la lista de doce colimbas-futbolistas podría agregársele algún caso más. En su libro, Rebasti le contó que aquella victoria contra los ingleses con los dos goles de Maradona –el de la mano de Dios y el mejor de la historia de los Mundiales– fue como “el triunfo de la clase 62”. Una manera de ver la guerra que durante su desarrollo dejó secuelas de soldados estaqueados, hambreados y congelados en sus pozos de trinchera con la única compañía de un FAL. Escobedo, ex jugador de Los Andes, fue uno de ellos. Sufrió un principio de congelamiento en los pies. Las consecuencias de Malvinas lo persiguen hasta hoy. Hace pocos días viajó a las islas con un grupo de siete ex combatientes de la zona de Lomas de Zamora. 
En el cementerio de Darwin fueron a homenajear a los caídos en combate. Cantaron el Himno nacional, gritaron “viva la patria” y desplegaron un cartel que decía “Territorio argentino”. Los detuvieron y les incautaron los pasaportes, celulares, cámaras y otros objetos de valor. El ex defensor declaró que “nos denunció un chofer isleño que llevaba a un periodista austríaco, no le gustó e hizo la denuncia”. La historia oficial no se compadece de este tipo de casos, como lo demostró el gobierno de Mauricio Macri, que no dijo ni una palabra. Los veteranos tuvieron que batallar durante años por un reconocimiento, se suicidaron unos quinientos o más – no hay estadísticas precisas– y el fútbol que suele amplificar las tragedias, en determinadas ocasiones les dio visibilidad. Su lucha de 37 años hizo lo demás.