El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) cuestionó la resolución del gobierno nacional para limitar las manifestaciones callejeras a través del denominado Protocolo de Seguridad, ya que "limita de manera inconstitucional el derecho a la protesta" y a la vez "amplía las facultades policiales para reprimir y criminalizar la protesta social" en la Argentina.

"El Protocolo de actuación de las fuerzas de seguridad del Estado en manifestaciones públicas del Ministerio de Seguridad de la Nación limita de manera inconstitucional el derecho a la protesta al colocar al 'orden público' por encima de todo", señala el documento del CELS.

En ese sentido, señalaron que en la resolución oficial dada a conocer ayer, "la circulación es más importante que la integridad de las personas y que los derechos a la protesta y a la libertad".

"El protocolo -añade- amplía las facultades policiales para reprimir y criminalizar la protesta social. Al mismo tiempo, no prohíbe explícitamente el uso de arma de fuego en las manifestaciones, prohibición que se había logrado en 2004 y que fue volcada en la resolución 210/2011, ni el uso de balas de goma para dispersar la protesta".

Asimismo señalaron que la decisión del Gobierno "tampoco impone obligaciones de uso de uniforme, ni de identificación de los policías y de los móviles".

"Y además limita el ejercicio del trabajo periodístico y el efecto de control sobre los operativos policiales que puede tener al restringir el lugar en el que se deben ubicar los trabajadores de prensa que cubren la protesta. Todas estas regulaciones son contrarias a los estándares internacionales sobre libertad de expresión y derecho a la protesta".
Buenos Aires, 22 de febrero de 2016.