Fuente: Diario Pagina 12 - 26.5.2024 Bs.As. Argentina
Entrevista a Daniel Kostzer,
economista jefe de la Confederación Sindical Internacional
"El
objetivo es disciplinar a los trabajadores para incrementar las ganancias de
las empresas"
El proyecto económico de la ultraderecha,
signado por el deterioro salarial en general y en particular del salario mínimo
junto a la pretendida "reforma laboral", tiene como objetivos
implícitos la generación de rentas extraordinarias para los empleadores y la
eliminación de la protección de los trabajadores. Bajo este cuadro, el rol de
los sindicatos como factor de resistencia es crucial.
26 de mayo de 2024 - 00:01
"Una reforma laboral general que contemple a todos los sectores,
situaciones y calificaciones es una exageración impracticable"
. Imagen: Jorge Larrosa
"El término 'reforma laboral' usado tan genéricamente es un eslogan para
eliminar la protección de los trabajadores, las indemnizaciones y la jornada de
ocho horas. Lo que se busca es disciplinar a los trabajadores para
incrementar las ganancias de las empresas y que la fuerza de trabajo haga lo
que el empleador quiera", analiza Daniel Kostzer, economista
jefe de la Confederación Sindical Internacional (CSI), en relación a políticas
que el gobierno de Milei busca aplicar en materia laboral.
En diálogo con Cash, Kostzer sostiene que en el actual momento
de desarticulación y debilitamiento de la dirigencia política opositora,
"la principal línea de defensa contra el avance de este
anarcocapitalismo son los trabajadores y los estudiantes".
--¿Qué análisis hace de la situación salarial en el país luego de los
primeros meses de gestión del gobierno de Javier Milei?
--Estamos en presencia de una caída sistemática del salario desde
2015, aunque con un cierto mantenimiento del poder adquisitivo durante el
período de Alberto Fernández. Desde que asumió Milei, sin dudas, vemos una aceleración
en la caída del salario real en casi la totalidad de las ramas. Y salvo algún
caso muy puntual, el gobierno no homologó los convenios acordados por los
gremios.
--¿Cómo define la situación del salario mínimo?
--Más grave es la situación con el salario mínimo vital y móvil. Hay
una total incompatibilidad entre la definición de salario vital que da
la Organización Internacional del Trabajo (OIT), como el “mínimo necesario para
mantener un nivel de vida digno”, y el salario en Argentina, que en
algunas provincias no cubre ni las necesidades alimentarias ni ningún otro
capítulo definido como “necesario”, como la vivienda, la educación o la salud.
--¿Cuál es el objetivo del gobierno argentino en materia laboral?
--Veo varios objetivos. Uno es generar rentas extraordinarias para
los empleadores, aun cuando el costo laboral comparado con otros costos
empresarios no es muy significativo. El otro factor, tal vez el más importante,
es eliminar la protección de los trabajadores para disciplinar la
fuerza de trabajo. Se los trata como si fuesen un bien de uso más que un factor productivo central y un
ser humano el que lo porta. Este es un objetivo del sistema capitalista
en general. De allí la importancia de que existan sindicatos a escala global,
nacional y sectorial, para proteger esos derechos.
Sindicatos
Recientemente, Kostzer participó, junto a otros expertos en temas
laborales, de un encuentro en la OIT
para analizar políticas públicas a nivel global y tendencias en el mercado de
trabajo. Varias conclusiones interesantes surgen de este trabajo.
--En la OIT, se hizo referencia a un crecimiento de afiliaciones en ciertos
sindicatos a nivel mundial. ¿Cómo ve la resistencia sindical frente a la
creciente vulneración de derechos laborales?
--En el mundo hubo un avance sobre los derechos sociales y los derechos
laborales fuerte y agresivo desde la restauración conservadora de Ronald Reagan
y Margaret Thatcher. En este momento, la principal línea de defensa
contra el avance de este anarcocapitalismo son los trabajadores y los
estudiantes, fundamentalmente. Parecía que la desregulación del
mercado de trabajo y la falta de defensa de los trabajadores iba a seguir
erosionando una base sindical, pero no.
--¿Qué tendencias generales observan en el mercado laboral?
--A partir de la crisis financiera 2008-2010, comenzamos a ver varios
movimientos. Por un lado, algunos países renuncian al recetario ortodoxo
liberal y se centran en políticas laborales, como el salario mínimo.
Particularmente, vemos que los países del Sudeste Asiático, frente a la caída
de sus mercados externos --especialmente Europa y Estados Unidos--, fortalecen
sus mercados domésticos, para lo cual la principal herramienta es el salario
mínimo. Por otro lado, aumenta la tasa de asalarización; por ende,
los salarios comienzan a formar parte de una negociación más consuetudinaria en
muchos países, lo cual implica una mayor conciencia sindical y mayor
afiliación. El efecto que tiene la afiliación sindical es muy importante.
--¿En qué sentido lo es?
--En Estados Unidos, a mediados de los años ‘80, un 40 por ciento de la
población veía positivamente el rol de los sindicatos. En el año 2023,
vemos que el 72 por ciento de la población tiene una opinión favorable de los
sindicatos, lo cual implica un aumento de afiliaciones. En países como
Estados Unidos hubo políticas públicas dirigidas a la creación de nuevos
sindicatos que representan a establecimientos, no son sindicatos por ramas. El
gobierno adoptó una posición favorable hacia los sindicatos porque ven en ellos
la posibilidad de revigorizar una clase media, que ha ido
desapareciendo.
--¿Cuál es el riesgo del debilitamiento de los sindicatos?
--En Argentina, si el proyecto de Milei avanza sin resistencia veremos un
proceso de polarización en materia de ingresos; los ricos serán cada
vez más ricos y los pobres, cada vez más pobres. A su vez, la distancia
entre trabajadores es cada vez mayor. Gremios como los aceiteros o
aeronavegantes, donde hay mayor rentabilidad empresaria, se distancian
enormemente de lo que gana un empleado de comercio o una empleada doméstica.
Tampoco pareciera que esa dinámica se dé naturalmente, porque una estrategia
del gobierno actual es la no homologación o la dilación en la homologación de
los convenios.
--¿Qué cree que pasará con la situación de los sectores que logran acuerdos
salariales más fuertes, si el gobierno no homologa los convenios?
--Esos gremios avanzan con medidas de fuerza frente a la no
homologación de sus convenios o la reticencia de los empleadores a negociar.
La estrategia de este gobierno no sólo contradice las normas de la OIT, avanza
también contra el ideario libertario, según el cual los acuerdos se dan entre
privados. Por lo que un acuerdo entre partes debería ser homologado. Insisto,
lo que se busca es disciplinar a los trabajadores para incrementar las
ganancias de las empresas y que la fuerza de trabajo haga lo que el empleador
quiera. Para ellos, la casta son los trabajadores sindicalizados.
Reforma laboral
--A partir del debate que se está dando alrededor de la "Ley
Bases", tanto en la dirigencia oficialista como opositora parece haber
cierto consenso sobre la necesidad de impulsar una reforma laboral. Si es que
existe tal necesidad, ¿cuál debería ser el sentido que tome el proyecto?
--Hablar de una reforma laboral en términos tan generales es como decir que
todos deberíamos ser felices. Es una forma de barrer ciertos problemas debajo
de la alfombra. Debe haber renegociaciones a partir de los convenios,
porque nadie mejor que el empresario y el trabajador de un determinado
sector para saber qué se puede mejorar y qué se debe transformar. El
término “reforma laboral” usado tan genéricamente es un eslogan para eliminar
la protección de los trabajadores, eliminar las indemnizaciones y eliminar las
jornadas de ocho horas de trabajo, que es un logro casi universal aunque a
veces no se cumpla. En la negociación paritaria no solo se discute el nivel
salarial. También se discuten condiciones de trabajo, higiene y seguridad en el
lugar de trabajo; incluso, medidas que hacen al mejoramiento productivo del
sector. Una reforma laboral general que contemple todos los sectores, todas las
situaciones, todas las actividades y todas las calificaciones es realmente
una exageración impracticable.
--Algunos argumentos apuntan a la necesidad de incorporar nuevas tipologías
de contratación.
--En Argentina ya tenemos una tipología que cubre prácticamente todas las
posibles alternativas de contratación. Yo creo que el sueño de algunos
empresarios y del gobierno de Milei es contar con un mercado de trabajo como el
de Estados Unidos.
--¿Qué rasgos tiene el mercado de trabajo norteamericano?
--No hay indemnizaciones por despidos, salvo las que son
negociadas en ciertos sectores, ni tampoco jornadas determinadas, sino
contrataciones de las más variadas, como el contrato de cero horas, donde se
firma un contrato según el cual la empresa le indica al trabajador cuándo
trabajar y cómo trabajar. No hay previsibilidad de los ingresos, no hay
licencia por enfermedad o por maternidad. En cambio, en gran parte del mundo
hay una cantidad de logros obtenidos por el movimiento obrero y, más aún, por
las sociedades.
--¿Qué países se destacan por los logros en esta materia?
--En los países del Norte de Europa, e incluso en España y Portugal,
hay logros importantes que son valorados socialmente, como la licencia
por maternidad o las vacaciones pagas. Hoy se está avanzando en una
licencia que no distingue entre el padre y la madre al otorgar un período para
hacerse cargo de las tareas de cuidado. Pero insisto, mi impresión es que el
gobierno argentino quiere crear un mercado de trabajo donde no exista ningún
tipo de regulación. Y, como sabemos, donde no regulan los Estados y
las sociedades, regulan los poderosos. El derecho laboral tiene una condición
tutelar, está llamado a regular o equiparar una asimetría de poder evidente
entre el empleador y el trabajador.
Salario mínimo
--El documento de la OIT publicado luego del encuentro entre expertos
menciona una serie de iniciativas voluntarias sobre los llamados “salarios
dignos”. ¿En qué consiste esa iniciativa?
--Se trata de iniciativas de empresas transnacionales como
respuesta al crecimiento de la inflación, sobre todo después de la
pandemia. Es una campaña en contra de los aumentos abusivos de las tasas de
ganancia, que explican en gran parte el proceso inflacionario que hubo entre el
2022 y el 2023. Estas empresas se dieron cuenta del riesgo reputacional que
pueden tener en países emergentes, como Bangladesh, Indonesia, Vietnam o Myanmar.
La iniciativa de estas empresas consiste en presionar a los organismos
internacionales, los sindicatos globales y la academia, para avanzar en la
definición, determinación y cálculo de salarios vitales.
--¿Cómo es vista esta iniciativa por parte de la Confederación
Sindical Internacional?
--La reunión de expertos de la OIT llegó a una conclusión que es
incorporada por los trabajadores con mucha fuerza: una de las debilidades de
estas experiencias es que están diseñadas en oficinas o en la academia
europea o norteamericana sin tomar en cuenta realmente los factores
idiosincráticos de los distintos países y las necesidades reales de
los trabajadores que los habitan. Es decir que carecen de validación in
situ.
--¿Qué proponen frente a esa debilidad?
--Por un lado, que los resultados surjan de evidencia empírica de
los lugares y de las negociaciones entre empleadores, trabajadores y
gobiernos en los distintos países. No es lo que inicialmente esperaban algunas de
estas grandes marcas internacionales, pero a lo mejor nuestra propuesta sirva
para generar presión sobre sus proveedores y subcontratistas para que se
sienten a negociar salarios vitales acordes con los países donde operan.