ITALIA: LEY BIAGI. REFORMA FORNERO, PAQUETE DE
TRABAJO. ¿DÓNDE ESTAMOS Y HACIA DÓNDE QUEREMOS IR?
Entrevista a Luca
Failla abogado laboralista empresario.
El 24 de octubre,
marcó los primeros diez años de la Ley Biagi no poco discutido. Ha sido un
largo tiempo. Momento en que la situación económica y social ha cambiado
radicalmente.
A partir de la
controvertida reforma Fornero que 'volteado' del país en el reciente trabajo
del Gobierno, con las expectativas del mundo del trabajo que sigue sin
resolverse.
Que ha cambiado
realmente como resultado de cualquier reforma en el mundo del trabajo?
¿Cuáles son las
lagunas que aún persisten?
En vista de lo
anterior, la alineación de Italia ante las estrictas normas de la comunidad
europea, como las nuevas medidas deseables para el futuro?
Hemos discutido el tema
con un estudio de la ley de empleo por lo que estos temas están en la Agenda,
incluyendo medidas preventivas de lugar y los negocios de salvar vidas.
Diez años han pasado
por la ley Biagi. ¿Cuál fue la "revolución" de esta medida?
Luca Failla, abogado
socio fundador de la legislación laboral (LABLAW)
La ley Biagi es
ampliamente considerado como un pedido momento la legislación laboral italiana
de época por los partidarios y los detractores de la medida.
Biagi argumenta-con
razón-que una mayor flexibilidad en la entrada crearía más empleo, por una
parte y por la otra reduciría la «enfermedad» de la relación de trabajo,
disminuyendo así las resoluciones de las relaciones laborales. Es por eso que
dentro de la Ley Biagi no hay rastro de las normas para la resolución de las
relaciones laborales.
La idea de Biagi fue
sin duda innovadora, pero la politica no lo ha demostrado.
Muchos consideran que
es el heraldo de la precaria situación: el número de instrumentos contractuales
introducidas por dicha ley ha sido mal utilizado (o más bien distorcionadamente
utilizado) y en cada caso de una manera muy diferente de las ideas originales
que habían inspirado, comprometiendo la "reputación" de la medida.
Aun así, Biagi cree
que los interlocutores sociales pueden desempeñar un papel importante, tanto es
así que la mayoría de las instituciones contractuales que se les había asignado
un espacio tienen como objetivo integrar los requisitos legales, la
oportunidad-una vez más-no se refleja adecuadamente en la negociación colectiva,
que no ha sido capaz de explotar su posición, incluso a expensas de los
trabajadores.
En su opinión, ¿qué
ha cambiado desde entonces?
Ellos son, en primer
lugar cambiar las condiciones generales del país y esto tiene un profundo
impacto también en las peticiones que provienen del mercado de trabajo.
Después de la
promulgación de la Ley Biagi, se contó con la presencia de dos de las peores
crisis económicas que han afectado no sólo de Italia, sino al mundo entero.
Esto ha significado
que el foco de los empresarios italianos y extranjeros ya no se enfrenta a más
empleo, sino más bien para mantener igual-si-ni siquiera para reducir los
costes de personal.
Incluso las
expectativas de los trabajadores han cambiado: el requisito principal es la
protección de los lugares de trabajo.
Es por eso que las
intervenciones que ahora se necesitan por la legislatura deben estar dirigidas a
garantizar que los empresarios se sienten atraídos por suponer-a través de
incentivos y subsidios para el empleo de los jóvenes sin el temor de reintegro
en el supuesto de resolución de trabajar y la otra para garantizar a los
trabajadores en caso de pérdida del trabajo, de las redes de seguridad social.
La Reforma Fornero ha
traído muchos cambios... quizás le faltaba "algo" en su opinión?
Sin duda nos sentimos
la necesidad de una reforma del mercado de trabajo y, por otra parte, la misma
Europa-recuerda la famosa carta del BCE en agosto de 2011 - ha pedido al
gobierno, que entonces tomara medidas.
Si estas eran las
necesidades, las intervenciones no hicieron eco en los receptores menos
satisfechos o finales de las reglas (empleadores y trabajadores) ni intérpretes
y / o usuarios (jueces y abogados).
Esta es la opinión
común desde la perspectiva de los trabajadores como de los empleadores.
Una vez más, la
intención preliminar de la legislatura, aunque apreciable, no es así en el
texto legislativo se transfunden más a menudo remodelado en preparación para
las exigencias de los interlocutores sociales. El resultado es un texto
complejo, con varias dificultades en la interpretación y, por lo tanto, no está
claro.
En cualquier caso, en
la cara de una supuesta mayor flexibilidad en la producción-que, sin embargo,
no se producen en la práctica-que son los márgenes considerablemente más
estrechas de la flexibilidad en la entrada.
No debemos olvidar
que la Reforma Fornero no sólo intervino en el plano sustantivo, sino también
en el caso.
El actual presupuesto
no es ciertamente positivo y que muchas de las partes piden una intervención
radical.
Después de haber
leído que el gobierno recientemente
aprobó un nuevo paquete de reforma laboral llamada Trabajo…¿cuáles son las
nuevas características que trae consigo?
A una distancia de
menos de un año después de la entrada en vigor de la reforma Fornero, ha
considerado necesario intervenir de nuevo en materia de derecho y del mercado
laboral con el Decreto Ley 76/2013, luego convertido con modificaciones en la
Ley Nº 99/2013.
Las innovaciones
introducidas por el llamado paquete de trabajo se pueden rastrear brevemente a
dos ejes principales.
En virtud de un
primer perfil que se pretendía introducir medidas para determinar, de
inmediato, un aumento del empleo juvenil (a través de la reforma parcial de
contractual típicamente diseñado para este propósito, tales como el aprendizaje
y prácticas, junto con la introducción de incentivos a la contratación para los
trabajadores de entre 18 y 29 años).
Desde otro punto de
vista, sin embargo, el Paquete de Trabajo ha introducido cuestiones operativas
correctivas y resueltas en relación con diversas instituciones (incluyendo el
trabajo del proyecto, el trabajo intermitente, el trabajo accesorio).
La novedad de mayor
ámbito de aplicación son, sin embargo, en nuestra opinión, representada por los
cambios en la regulación de los contratos de duración determinada, con la
derogación de la prohibición de la extensión de contrato para la causal y la reducción de los intervalos
mínimos entre los contratos de duración determinada sucesivos que vuelven a ser
de 10 y 20 días.
Diez temas claves, cuales
son las prioridades, que pondría en la agenda para el próximo año si usted fuera
Ministro de Trabajo?
Sin duda hay mucho
que trabajar, la agenda sería muy grande
y, en todo caso, deberá incluir:
· reforma de
redes de seguridad social;
· reforma de
las pensiones, con la posibilidad de aumentar la contribución voluntaria;
· cuña fiscal;
· incentivos a
las empresas que empleen jóvenes de entre 25-30 años de edad, con cualquier
tipo de contrato;
· elevar el
umbral para la aplicación del art. 18 del Estatuto de los Trabajadores en
empresas con más de 35 empleados;
· No aplicar el
art.18 a los trabajadores de nuevo ingreso, menores de 30 años;
· Estatuto de
las Obras;
· contratos de
duración determinada.
· los contratos
temporales en ilimitada-causal;
más espacio para la
negociación comercial correctiva para la Reforma Fornero.
Legge Biagi, Riforma Fornero,
Pacchetto Lavoro. Dove siamo arrivati e dove vogliamo andare?
ANTEPRIMA:
INTERVISTA A LABLAW (estratto)
Di
Daniela Rimicci
(leggi
l’intervista integrale su Persone&Conoscenze dicembre n° 92)
Il
24 ottobre scorso ha segnato i primi dieci anni dalla −non poco discussa− Legge
Biagi. È passato molto tempo. Tempo in cui la situazione economica e sociale si
è radicalmente modificata. Dalla controversa Riforma Fornero che ha ‘ribaltato’
il Paese al recentissimo Pacchetto Lavoro del Governo Letta con aspettative del
mondo del lavoro ancora irrisolte.
Cosa
è cambiato realmente a seguito di ogni riforma per il mondo del lavoro? Quali
le lacune ancora da colmare? In vista, soprattutto, dell’allineamento
dell’Italia alle stringenti norme della comunità europea, quali i nuovi
provvedimenti auspicabili per il futuro?
Abbiamo
approfondito il tema con uno studio giuslavoristico per cui questi temi sono
all’ordine del giorno, tra conteziosi in atto e misure preventive ‘salvavita’
alle imprese.
Sono passati dieci anni dalla Legge
Biagi. Quale fu la ‘rivoluzione’ di questo provvedimento?
Luca Failla, Avvocato giuslavorista
founding partner di Lablaw
La
legge Biagi è da più parti considerata un momento epocale dell’ordinamento
giuslavoristico italiano sia dai sostenitori che dai detrattori di tale
provvedimento.
Biagi
sosteneva −del tutto correttamente− che una maggiore flessibilità in entrata
avrebbe creato da un lato una maggiore occupazione e dall’altro avrebbe ridotto
le ‘patologie’ del rapporto di lavoro, diminuendo quindi le risoluzioni dei
rapporti di lavoro. Ecco perché all’interno della Legge Biagi non vi è traccia
di norme relative alla risoluzione dei rapporti di lavoro.
L’idea
di Biagi era certamente innovativa, ma l’applicazione della legge non si è
rivelata tale.
Molti
la considerano come foriera di precarietà: in realtà i numerosi strumenti
contrattuali introdotti da tale legge sono stati mal utilizzati (rectius
distortamente utilizzati) e in ogni caso in maniera ben diversa dalle
originarie idee che l’avevano inspirata, compromettendo la ‘reputazione’ del
provvedimento.
Ancora,
Biagi riteneva che le parti sociali potessero giocare un ruolo importante, tanto
che su più istituti contrattuali era stato demandato loro uno spazio teso a
integrare il dettato legislativo; questa opportunità −ancora una volta− non è
stata adeguatamente colta dalla contrattazione collettiva, che non ha saputo
valorizzare il proprio ruolo a discapito anche dei lavoratori.
Secondo
Lei cos’è cambiato da allora?
Sono
innanzitutto cambiate le condizioni generali del Paese e questo influisce
profondamente anche sulle richieste che provengono dal mercato del lavoro.
Dopo
l’emanazione della Legge Biagi, sono intervenute due delle peggiori crisi
economiche che hanno interessato non solo l’Italia, ma il mondo intero.
Questo
ha fatto sì che l’attenzione degli imprenditori italiani e stranieri fosse non
più rivolta verso la maggiore occupazione, ma al contrario a mantenere uguali
−se non addirittura a ridurre− i costi del personale.
Anche
le aspettative dei lavoratori sono mutate: la principale esigenza è la tutela
del posto di lavoro.
Ecco
perché gli interventi che oggi si richiedono al legislatore dovrebbero essere
tesi da una parte a far sì che gli imprenditori siano invogliati ad assumere
−attraverso incentivi e agevolazioni per l’assunzione di giovani− senza aver il
terrore della reintegrazione in caso di risoluzione del rapporto di lavoro e
dall’altra a garantire i lavoratori in caso di perdita del posto con
un’adeguata riforma degli ammortizzatori sociali.
La
discussa e a molti indigesta Riforma Fornero ha portato molti cambiamenti…
Mancava forse ‘qualcosa’ a suo avviso?
Si
sentiva certamente la necessità di una riforma del mercato del lavoro e
peraltro la stessa Europa −ricordiamo la famosa lettera della BCE dell’agosto
del 2011− ha chiesto al governo di allora di intervenire.
Se
queste erano le esigenze, gli interventi effettuati non hanno minimamente
soddisfatto né i destinatari finali delle norme (imprenditori e lavoratori) né
gli interpreti e/o utilizzatori (giudici e avvocati).
Questa
è l’opinione comune, sia che la legge venga commentata dalla prospettiva dei
lavoratori sia da quella dei datori di lavoro.
Ancora
una volta, le preliminari intenzioni del legislatore, se pur apprezzabili, mal
si sono trasfuse nel testo normativo: più volte ritoccato in fase di stesura
anche per le richieste delle parti sociali. Il risultato è un testo complesso,
con parecchie difficoltà interpretative e, quindi, poco chiaro.
In
ogni caso a fronte di una supposta maggiore flessibilità in uscita −che
tuttavia non si è verificata nella pratica− si sono notevolmente ristretti i
margini della flessibilità in entrata.
Non
dimentichiamoci poi che la Riforma Fornero non solo è intervenuta sul piano
sostanziale, ma anche su quello processuale.
Il
bilancio a oggi non è certamente positivo e da più parti si auspica un
intervento radicale.
Il
recente Governo Letta ha approvato una nuova riforma del lavoro chiamata
Pacchetto Lavoro. Entrando nel merito della normativa, quali sono le novità che
porta con sé?
A
distanza di meno di un anno dall’entrata in vigore della Riforma Fornero si è
ritenuto di dover nuovamente intervenire in materia di diritto e di mercato del
lavoro con il Decreto Legge 76/2013, poi convertito con modificazioni nella
Legge 99/2013. Le novità introdotte dal c.d. Pacchetto Lavoro possono essere
sinteticamente ricondotte a due principali direttrici. Sotto un primo profilo
si è inteso introdurre delle misure volte a determinare, nell’immediato, un
incremento dell’occupazione giovanile (mediante la parziale riforma degli
istituti contrattuali tipicamente volti a tal fine, quali l’apprendistato e i
tirocini, insieme all’introduzione di incentivi alle assunzioni di lavoratori
tra i 18 e i 29 anni). Sotto un altro profilo, invece, il Pacchetto Lavoro ha
introdotto correttivi e risolto problematiche di tipo operativo relativamente a
svariati istituti (tra cui il lavoro a progetto, il lavoro intermittente, il
lavoro accessorio). Le novità di maggiore portata applicativa sono però, a
nostro avviso, rappresentate dalle modifiche apportate alla disciplina dei
contratti a termine, con l’abrogazione del divieto di proroga per il contratto
a-causale e la riduzione degli intervalli minimi tra contratti a termine in
successione, che tornano a essere di 10 e 20 giorni.
Dieeci (10) punti chiave, priorità,
che metterebbe in agenda per il prossimo anno se fosse Lei Ministro del Lavoro?
Ci
sarebbe davvero molto su cui lavorare, l’agenda sarebbe davvero piena e, in
ogni caso, dovrebbe comprendere:
riforma
degli ammortizzatori sociali;
riforma
delle pensioni, con la possibilità di valorizzare la contribuzione volontaria;
cuneo
fiscale;
incentivi
alle imprese che assumano giovani tra i 25- 30 anni, con qualsiasi tipo di
contratto;
innalzamento
della soglia di applicazione dell’art. 18 Statuto dei Lavoratori ad aziende con
più di 35 dipendenti;
inoperatività
dell’art. 18 Statuto dei Lavoratori ai lavoratori neo-assunti, di età inferiore
ai 30 anni;
Statuto
dei Lavori;
contratto
di somministrazione e contratto a tempo determinato a-causali senza limiti;
maggiore
spazio alla contrattazione aziendali;
correttivi
alla Riforma Fornero.
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