Documento Crítico a la
posición del grupo de trabajadores
Síntesis*
· El derecho de huelga es objeto,
desde hace muchos años, de un ataque sistemático por parte de los empleadores a
nivel global, tanto en las legislaciones nacionales como en la interpretación
de los organismos de control de las normas internacionales de trabajo (NIT).
· En el ámbito de la OIT este ataque
se plasmó en el bloqueo de los debates en la Comisión de Normas de la
Conferencia a partir del año 2012, impidiendo el acuerdo entre el Grupo de
Empleadores y Trabajadores sobre los casos individuales de países.
· En febrero de 2015 los
representantes de los Grupos de Trabajadores y Empleadores del Consejo de
Administración de la OIT (CA) arribaron a un acuerdo sobre algunos aspectos
procesales de los mecanismos de control de la OIT. Este acuerdo no incluyó ninguna
conclusión definitiva para dar fin a la controversia sobre el derecho de huelga
planteada por los empleadores y que diera origen a la crisis en los sistemas de
control de las memorias ordinarias, comprendiendo tanto a la Comisión de
Expertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones (CEACR) como a la
Comisión de Aplicación de Normas de la Conferencia (CAN)
· Como consecuencia de ese acuerdo, en
la 104ª Conferencia de este año la CAN retomó su función y pudo adoptar
conclusiones finales. Ello fue posible debido a la falta absoluta de menciones
al derecho a la huelga, tanto en el tratamiento del informe general de la
Comisión de Expertos como en los casos individuales de países. En otras palabras,
debido a la existencia de una cláusula implícita en dicho acuerdo para el no tratamiento
del derecho de huelga
· La presencia del Derecho de Huelga,
cuyo reconocimiento en el derecho internacional del trabajo surge de la interpretación
del artículo 3.1 del Convenio 87 (derecho a “formular su programa de acción”),
fue insignificante en los discursos pronunciados por el portavoz del Grupo de
Trabajadores, no obstante las reiteradas intervenciones de los delegados
sindicales reclamando la defensa de su vigencia
· Esta inexistencia de referencias al
derecho de huelga contrasta con los debates sobre el derecho de huelga que se
producían en la Comisión de Normas durante las décadas previas a los años ’80.
· En esta última Conferencia los
distintos voceros que representaron al grupo de empleadores mantuvieron una
postura beligerante y unánime en torno a rechazar toda posibilidad de
considerar el derecho de huelga como derecho internacional de trabajo y como
parte de la libertad sindical. Por ende reiteraron en numerosasocasiones que no
era posible habilitar su tratamiento en el ámbito de la Comisión de Normas (al
menos mientras no exista una norma específica que lo regule en el ámbito de la
OIT).
· La adopción de conclusiones por
parte de la Comisión de Normas sin incluir ninguna referencia al derecho de
huelga implica la aceptación paulatina a la presión de los empleadores, quienes
llevan adelante una estrategia sistemática desde 1992, y de “hechos consumados”
y posturas intransigentes desde el 2012
· El avance de los empleadores sobre
el derecho de huelga en el ámbito de las NIT tiene su correlato en el plano
nacional, ya que opera como una señal muy fuerte para que los gobiernos
nacionales impongan crecientes restricciones al ejercicio de este derecho ante
la imposibilidad de enfrentar una censura por parte de los mecanismos de
control de la OIT
· La estrategia de los empleadores no
se reduce a avanzar sobre el derecho internacional de huelga, sino que
simultáneamente intenta debilitar aún más la influencia y gravitación de las
interpretaciones de las NIT que se efectúan por intermedio de los sistemas de
control de la OIT.
· La falta de una reacción firme y
perseverante por parte del Grupo de Trabajadores frente a esta ofensiva de los
empleadores, no solo conduce a un debilitamiento del derecho de huelga en el
ámbito internacional, sino que también podrá provocar en el mediano y largo
plazo una aceleración del vaciamiento de los contenidos e influencia de los
mecanismos de control de la OIT, y por consecuencia posibilitará la paulatina desvinculación
de los convenios de la OIT de las normas nacionales que regulan las relaciones
de trabajo.
· De continuar con este proceso, los
trabajadores habremos consentido, sin dar pelea, el avance de los empleadores
sobre uno de los derechos que posee un mayor poder simbólico: el derecho de
huelga. Limitarnos a meras respuestas defensivas. Está en nosotros modificar
los ejes del debate, y retomar una estrategia ofensiva que necesariamente
deberá tener en la defensa del derecho de huelga uno de sus principales
pilares.
* * FUENTE:OBSERVATORIO DEL DERECHO SOCIAL - CTA