domingo, 13 de julio de 2014

EL ACCESO A LA JUSTICIA NO ES SOLO ENTRAR A TRIBUNALES

OPINION

El acceso a la justicia como política de Estado

Por Julián Axat *
Fte: P12 - 12.7.2014
El padre del acceso a la justicia fue el escritor y abogado Franz Kafka, quien en su parábola “Ante la ley” se anticipó a la formulación del problema: “Ante la ley hay un guardián. Un campesino se presenta ante este guardián y solicita que le permita entrar en la ley. Pero el guardián contesta que por ahora no puede dejarlo entrar. El hombre reflexiona, y pregunta si más tarde lo dejará entrar. Tal vez, dice el centinela, pero no por ahora...”.
Sabemos que el campesino espera y cuando pasa el tiempo, ya a punto de morir, pregunta al guardián por qué nadie más que él se presentó ante las puertas de la ley. El guardián le explica que esa puerta estaba dedicada sólo a él, entonces cierra la puerta.
La parábola de Kafka intenta explicar que el acceso a la justicia es un problema de “caminos y puertas”. El camino a la justicia es una puerta bloqueada. Quien pasa es alguien sin fuerza. En la imagen de lo rural (Kafka siempre apela a imágenes rurales), un campesino representa al débil. Los guardianes son los obstáculos, los dueños de las puertas y de la justicia. Los guardianes son las burocracias que gestionan legalidad. Pero qué pasaría si los guardianes modificaran su actitud, si los guardianes dejaran pasar.
Hace ya más de treinta años que Mauro Cappelletti y Bryan Garth escribieron una obra legendaria: El acceso a la justicia, la tendencia en el movimiento mundial para hacer efectivos los derechos. Para estos autores, si bien el concepto de acceso a la justicia ya estaba implícito en numerosas constituciones modernas, la ciencia del Derecho impedía a la Sociología cuestionar los problemas de la validez. Los niveles de democracia de un país se miden por la capacidad del orden jurídico de llegar a los excluidos por medio del ejercicio real y concreto de sus derechos. Por medio de la legitimidad. De allí que sea necesario que el Estado dote de mecanismos de efectivización para el ejercicio pleno y goce de derechos, en especial para aquellos que normalmente quedan afuera (por obstáculos objetivos y subjetivos) de su satisfacción.
La idea de acceso a la justicia en Argentina está vinculada, en estos últimos 40 años, a una dinámica histórica que se va cincelando desde abajo. Las primeras problematizaciones del acceso están vinculadas con la lucha de los familiares de las víctimas del terrorismo de Estado y organizaciones de derechos humanos, quienes durante la última dictadura cívico-militar y luego ya en democracia padecieron todo tipo de obstáculos en los procesos de verdad y justicia. En una segunda fase, el acceso a la justicia está vinculado al activismo de personas y organizaciones sociales y políticas durante la década del 90, frente al abandono y achicamiento del Estado, que obturaba el acceso de vastos sectores a derechos básicos. En esta etapa el activismo judicial frente a casos de violencia institucional, criminalización de la protesta, o casos de litigio estratégico por la exigibilidad de derechos económicos y sociales, obtiene esporádica reacción del sistema de justicia.
En una tercera fase, el acceso está vinculado con un proceso de ampliación de derechos que se inicia a partir de 2003 y que tiene que ver con políticas públicas universales o focalizadas que reconstituyen tejido social y vuelven a poner a la estatalidad en el centro de la escena. Aunque también en esta fase, los mecanismos de acceso a la justicia tienen que ver con el activismo intra y extrajudicial de organizaciones que logran incidir y obtener respuesta y reconocimiento estatal. A diferencia de los ’90, la Justicia pasa a ser permeable a los reclamos basados en la vulnerabilidad y la exigibilidad de derechos. Toda una jurisprudencia, desde la Corte y órganos inferiores, da muestra de este lento proceso de reconocimiento de derechos (sea en litigio individual como estructural).
En la última fase –que surge como consecuencia de la anterior y es en la que estamos–, el acceso a la justicia está vinculado con la creación de dispositivos estatales que tratan de canalizar la demanda de los vulnerables desde sus lugares. Los ejemplos van desde los CIC, Centros de Integración Comunitaria, del Ministerio de Desarrollo de Nación, y los CAJ, Centros de Acceso a la Justicia, del Ministerio de Justicia de la Nación, hasta algunas experiencias de la Corte Suprema, como la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) o el Programa de Acceso de la Defensoría General de la Nación. Estas experiencias, si bien enfrentan limitaciones, encarnan mecanismos institucionales estatales que canalizan el acceso a derechos.
Todas estas fases llevan a pensar la categoría de acceso a la justicia como algo dinámico, relacionado a movimientos que, desde abajo, perfilan el reconocimiento de la propia justicia. En este sentido, me interesa la idea de Movimiento de Acceso a la Justicia en Argentina, como contingencia y empoderamiento histórico de los oprimidos y vulnerables frente a los niveles de reconocimiento estatal, con trabas y desbloqueos en el camino por el acceso a lo justo.
En este recorrido, crear oficinas de la Justicia en los barrios es un verdadero desafío del que hubo pruebas exitosas en muchos países. En este contexto, la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, creó el Programa de Acceso Comunitario a la Justicia, que funcionará a través del las Agencias Territoriales de Acceso a la Justicia, los Atajos, oficinas descentralizadas del Ministerio Público Fiscal dentro de barrios de mayor vulnerabilidad de país, para recibir denuncias, prevenir situaciones conflictivas y promocionar derechos.
La justicia del siglo XXI debe ser cercana, flexible, y estar dirigida a dialogar con los excluidos. Los Atajos buscarán fortalecer los lazos entre los magistrados y la comunidad, dando mayor institucionalidad y presencia de la Justicia en los barrios, en la creencia de que un servicio de Justicia en espacios de alta vulnerabilidad aportará al desarrollo de la democracia, fomentando la cultura de derechos entre los más humildes.
Ojalá que la decisión de la procuradora sea imitada por otros Poderes Judiciales, que asuman el mismo compromiso y adecuen las estructuras judiciales a los problemas de la gente. El acceso a la justicia como política de Estado merece que, tarde o temprano, una ley nacional coloque la temática a mayor escala institucional.
Volviendo a la parábola de Kafka, esperemos que algún día las puertas de la justicia no tengan guardianes. Y, aun cuando los tengan, que ella misma genere su propio atajo.
* Director del Programa de Acceso Comunitario a la Justicia del Ministerio Público Fiscal presentado en la Casa de la Cultura, Villa 21/24 el 10 de julio de 2014.

martes, 8 de julio de 2014

NOCHE DE LAS CORBATAS REFLEXIONES Y DENUNCIAS DE CARLOS BOZZI

REFLEXIONES DE CARLOS BOZZI SOBRE LA NOCHE DE LAS CORBATAS


Como siempre , tras 37 años un tema sin resolver
(La Larga Noche de las Corbatas)

Este 6 de julio del 2014, se cumplieron 37 largos años, que recuerdan aquellos siete días,  durante los cuales en un operativo múltiple, fueron secuestradas nada menos que once personas en la ciudad de Mar del Plata, siete de las cuales, ejercían la abogacía. Conviene volver a repetir la cronología de estos hechos. El 6 de julio de 1977, son secuestrados los doctores Norberto Oscar Centeno, Salvador Arestín, (y no Salvador Manuel, como se empeñan en nombrarlo)  Raúl Hugo  Alais y  Camilo Ricci. Este último fue liberado 24 horas después, mientras que el cuerpo sin vida  de Centeno, apareció en un camino vecinal de la ciudad balnearia, el día 11 de julio de aquel fatídico año.

Es importante detenerse en un detalle, macabro, pero detalle al fin, que puede dar alguna pista más con el fin de esclarecer los móviles de estos hechos: la mayoría de los cuerpos que aparecieron en la ciudad, siempre presentaban signos de ametrallamiento, con numerosas heridas de bala, originadas en simulados enfrentamientos. El cuerpo del Doctor Centeno, en cambio, mostraba visibles signos de haber sido salvajemente asesinado a golpes, lo cual no encaja con la metodología habitual de la época. Asimismo, es el único de los secuestrados que es “detenido” al grito de “Alto, Ejército Argentino”.

El 8 de julio son secuestrados los doctores Carlos Aurelio Bozzi y Tomás José Fresneda del estudio jurídico situado en Independencia y Gazcón.  Acto seguido, también lo es la esposa de este último, María de las Mercedes Argañaraz , que cursaba un embarazo de 5 meses y medio.

Hace muchos años, cuando comencé a investigar estos hechos, equivocadamente, determine que cuatro días después, el mismo grupo operativo que había intervenido en el secuestro de las personas nombradas anteriormente, o sea Fuerzas dependientes de la “Agrupación de Artillería Defensa Aérea 601” (AADA 601), más conocida en Mar del Plata como GADA 601, habían sido los autores de las privaciones ilegales de la libertad del abogado  José María Verde y a su esposa, Ana María de la Arena, liberándolos al anochecer del día siguiente  y de María Esther Vázquez y su esposo Néstor Enrique García, los que aún permanecen desaparecidos. Cabe destacar, que el abogado Verde había asesorado al Gremio de Trabajadores Judiciales local, militando en el Peronismo de Base, como así también el matrimonio Garcia-Vásquez. Existen documentos concretos, de la pertenencia de estas últimas personas a dicha corriente peronista.

La equivocación, se refería no al día del secuestro de estas personas, sino haber atribuido estos últimos hechos a la Fuerza Ejército, cuando en realidad, fueron efectivos de la ” Fuerza de Tareas 6”, asentadas en la Base Naval de Mar del Plata, las responsables de este ultimo operativo. Pude determinar muchos años después, que cuando “efectivos desconocidos”, privan de la libertad al matrimonio VERDE, utilizando una Furgoneta Citroen, en la misma ya se encontraban amarrados y encapuchados Néstor García  y María Esther Vázquez.

Todo ello, da un giro impensado e inesperado a estos históricos hechos, que aún no fueron investigados en su total dimensión.  Tal es así, que el secuestro y posterior investigación de la desaparición forzada del matrimonio García –Vázquez, no ha sido incluido en ninguno de los juicios por Delitos de Lesa Humanidad, que se sustanciaron y se sustancian en la Ciudad de Mar del Plata. Han desaparecido de la faz de la tierra y del ámbito de la justicia.

Tampoco se ha investigado, si son veraces los informes del ex agente de inteligencia Arancibia Clavel, que da cuenta de la “aparición de los cadáveres de varios abogados izquierdistasen las costas marplatenses a fines de Agosto de 1977”, afirmando que en el hecho “había operado el Coronel Camps”, constancias que obran en el Juicio por la Verdad de Mar del Plata. Varias personas, me han asegurado, haber escuchado por radio esta noticia en aquella época, sin poder precisar la fecha exacta. Son solo indicios, pero aun sin investigación alguna.

No se debe olvidar que el entre el 19 y 20 de Julio del año 1977, el ex Coronel Camps, “visito” Mar del Plata, con la “excusa” de una defraudación en Rentas de la Provincia de Buenos Aires, reuniéndose con el juez penal de turno, Rodolfo Morales Ridecos, mientras los abogados y las personas nombradas eran mantenidas secuestradas. Así lo  grafican las noticias de aquella épocas, con claridad meridiana.

Las sospechas aún persisten. La metodología de la represión, estudiada en extenso, por expertos jueces y fiscales, dan cuenta, que nunca operaban dos fuerzas militares juntas o se interponían en sus operativos. La incógnita sigue presente: ¿Qué hacia la Marina, operando y secuestrando personas, en el medio de un mega operativo montado por la Fuerza Ejército, más aún teniendo en cuenta las profundas diferencias políticas que existían entre ambas?.

Menos aún, se procedió a investigar, rastrear, o efectuar un planimetría de la zona cercana o aledaña a la Estación del Radar del la Base Aérea, bautizada como la “La CUEVA”. A solo quinientos metros de la misma, por la zona de las calles Montecristo y Monte Carballo, poca distancia del perímetro alambrado de la Base Aérea Mar del Plata, se encuentra una pequeña arboleda. Esta contigua al Camping de la  “Escuela Calazanz”…Una zona especial, para que en aquella época, sin la población que en la actualidad existe , pudieran efectuarse ajusticiamiento de personas. Nadie investigo. El dato, merece la pena. Y quizás, algunos antiguos pobladores de dicha zona, tengan algo que aportar, si, obviamente, si se les pregunta,.

Lo mas claro, hasta el momento, es la seria reflexión que efectúa el Juez Federal Alejandro  Castellanos, al sostener:Es dable poner de resalto que más allá de la existencia de diversas conjeturas acerca de los motivos o causas determinantes del acaecimiento de tales sucesos, o de la propia comprobación de los hechos individuales padecidos por las víctimas, hasta el momento no ha sido posible acreditar de manera puntual el móvil que guió en este particular caso el accionar represivo del Estado”. Y más adelante sostiene que: Pero con independencia de la razón motivante del acaecimiento de tales sucesos –en cuya determinación hasta el momento ha fracasado no sólo esta instrucción- sino incluso el propio tribunal interviniente en la causa que procura la determinación de la verdad de lo acontecido en la materia, en tanto que aún no ha dictado sentencia en el marco de los autos caratulados “Colegio de Abogados de MDP y otros s/ Denuncia s/ Desaparición forzosa de personas”-, resulta palmaria la existencia de elementos que vinculan tales hechos entre sí, como lo son la profesión desarrollada, la contemporaneidad de su ocurrencia, el destino de alojamiento y, en cierta forma, su desaparición”.  

La historia es así. Para escribirla, quizás haya que colocarse el traje de funcionario o responsable de alguna dependencia, nominada como de “Derechos Humanos “, imputar a supuestos personas, bajo la teoría de la “responsabilidad objetiva”, olvidando que casi ninguno de ellos disparó un tiro y que quizás hoy, los responsables materiales pueden encontrarse prestando servicio activo, en alguna parte de nuestra Fuerzas Armadas.

La Justicia y el Estado Argentino, han sido impotentes (¿ o no?)  hasta el momento, para descubrir las razones, los motivos y el objetivo de estas operaciones, tras 37 años de haber acontecido. Las pruebas son irrefutables y para más, quizás, por las calles de Mar del Plata, con total inmunidad e impunidad, muchos de sus autores, aun deambulan con tranquilidad. 

El Estado Argentino, es el responsable de estos crimines y su defensa, no puede descansar sobre la imposibilidad del demandante de allegar pruebas que, en muchos casos, no pueden obtenerse sin la cooperación de ese mismo  Estado.  Mas allá de esto, el crimen continuará  impune.

Carlos A. Bozzi.
Sobreviviente de la Noche de las Corbatas
Julio de 1977






Homenaje a los mártires de la noche de las corbatas

Hoy se celebró el Día del Abogado Laboralista

Homenaje a los abogados desaparecidos en la “Noche de las corbatas”

Empezó con un audiovisual que recordó a los abogados asesinados: Norberto Centeno, Jorge Candeloro, Salvador Arestin, Tomás Fresneda y Hugo Alais. "Lograron su desaparición física, pero buscaban la desaparición del derecho laboral y social", dijo Luis Raffaghelli, uno de los expositores. Estuvieron Héctor Recalde, Stella Calloni y Eduardo Jozami. 

Fuente: Infojus Noticias.




Abogados laboralistas recordaron ayer la desaparición de cinco de sus colegas en la Noche de las Corbatas, en julio de 1977. "El objetivo era avanzar con algo que ya había comenzado: la reforma regresiva de los derechos laborales que significó una fabulosa transferencia de ingresos", dijo el camarista Luis Raffaghelli al exponer en la sede de Foetra, del gremio de telefónicos.
Raffaghelli recordó especialmente a Norberto Centeno, compilador de la ley de Contrati de Trabajo,  al que definió como "un abogado de trabajadores y orgánico del movimiento obrero". Subrayó: "Lograron su desaparición física, pero buscaban la desaparición del derecho laboral y social".
También destacó "la ciclópea tarea" del diputado Héctor Recalde, quien impulsó el proyecto de ley para declarar el 7 de julio como el Día del Abogado Laboralista.
"La Ley de Contrato de Trabajo sufrió un disparo al corazón. A los 30 días del golpe se hicieron las reformas.  Eso lo hizo un grupi de tareas de la gris inteligencia del poder concentrado", definió Raffaghelli al referirse a lis 25 artículos anulados y 95 reformados.
El homenaje fue abierto por la periodista Stella Calloni, que señaló que el asesinato de abogados, que llevó a la Noche de las Corbatas, comenzó con el crimen de Rodolfo Ortega Peña, en julio de 1974. Y recordó a los abogados fallecidos Rodolfo Mattarollo y Eduardo Luis Duhalde, quien como secretario de Derechos Humanos impulsó el juicio al juez Pedro Hooft. También hablaron el periodista y abogado Eduardo Jozami y el gremialista Claudio Marín.
En el operativo represivo, que contó con el apoyo de Concentración Nacional Universitaria (CNU) y se extendió por una semana, también secuestraron a Mercedes Argañaraz de Fresneda, embarazada de cuatro meses, y a otra media docena de abogados y militantes.
Entre los más de 200 asistentes al homenaje estuvieron los abogados Recalde, Gustavo Ciampa, Luis Roa, Gerardo Corres y Leandro Macías.
Entre las adhesiones se destacaron las del ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y la de Matías Facundo Moreno, hijo del abogado Carlos Moreno, en cuya desaparición intervino la cementera Loma Negra.