sábado, 21 de marzo de 2020

Frente a la pandemia Ferrajoli propone un constitucionalismo a escala global

LO QUE NOS ENSEÑA EL CORONAVIRUS. Por un constitucionalismo planetario.


  

Luigi Ferrajoli

Jurista italiano, considerado uno de los

 principales teóricos del garantismo jurídico



Fuente: Blog Extramuros.blog.spot

El coronavirus no conoce límites. Ahora se ha extendido a casi todo el mundo y ciertamente a toda Europa. Es una emergencia global que parece requerir una respuesta global. Podemos, por tanto, extraer dos enseñanzas de esto, que nos obligan a reflexionar sobre nuestro futuro.



La primera enseñanza se refiere a nuestra fragilidad y, en conjunto, a nuestra total interdependencia. A pesar de los logros tecnológicos, el crecimiento de la riqueza y la invención de armas, cada vez más letales, continuamos –todos, en tanto simples seres humanos– expuestos a desastres, algunos causados ​​por nosotros mismos con nuestra contaminación irresponsable, otros, como la epidemia actual, que consisten en desastres naturales. Con una diferencia, respecto a todas las tragedias del pasado: el carácter global de las catástrofes de hoy, que afectan a todo el mundo, a toda la humanidad, sin diferencias de nacionalidad, cultura, idioma, religión e incluso condiciones económicas y políticas. Desafortunadamente, a partir de esta pandemia planetaria, se produce una confirmación dramática de la necesidad y urgencia de construir un constitucionalismo planetario: aquel propuesto y promovido por el grupo "Constituyente tierra" (“Costituente Terra”) que inauguramos en Roma el pasado 21 de febrero.

La segunda enseñanza se refiere a la necesidad de tomar medidas efectivas y, sobre todo homogéneas, ante emergencias de esta naturaleza, para evitar que la variedad de medidas adoptadas, en muchos casos totalmente inadecuadas, termine favoreciendo el contagio y multiplicando el daño para todos. Ahora, en cambio, vemos que cada país toma medidas diferentes, a veces completamente inadecuadas, como las adoptadas en los Estados Unidos e Inglaterra, cuyos gobiernos están subestimando el peligro para no dañar sus economías. Incluso en Europa, los 27 países miembros se mueven en un orden disperso, adoptando cada uno estrategias diferentes: desde las rigurosas medidas de Italia y España, hasta las más blandas de Francia y Alemania. Sin embargo, al menos en lo que respecta a Europa, la gestión conjunta de la epidemia estaría incluso impuesta por los Tratados. El artículo 168 del Tratado de Funcionamiento de la Unión, dedicado a la salud pública, luego de afirmar que "la Unión garantiza un alto nivel de protección de la salud humana", establece que "los Estados miembros coordinan entre sí, en comunicación con la Comisión, sus respectivas políticas", y que "el Parlamento Europeo y el Consejo también pueden tomar medidas para proteger la salud humana, en particular, para luchar contra los grandes flagelos que se extienden a través de las fronteras". Además, el artículo 222, titulado "Cláusulas de solidaridad", establece que "la Unión y sus Estados miembros actúan conjuntamente con espíritu de solidaridad si un Estado miembro es objeto de (…) una catástrofe natural (…)".

Fuemte: El Universal. Disponible en: https://www.eluniversal.com/internacional/64387/europa-y-america-hacen-frente-a-la-epidemia-del-covid19 (Fecha de publicación: 15/03/20)


¿Es posible que la Unión Europea pueda imponer solo sacrificios de austeridad y políticas a los Estados miembros en beneficio de los equilibrios presupuestarios, y ni siquiera medidas de salud para beneficiar la vida de sus ciudadanos? La Comisión Europea tiene entre sus miembros un comisionado de salud, otro de derechos sociales, otro de cohesión y reformas e incluso un comisionado de gestión de crisis. ¿Qué están esperando para, tomando en cuenta esta emergencia, promover, en toda Europa, y mediante disposiciones vinculantes, medidas homogéneas y efectivas destinadas a afrontarla?



Pero, además, la naturaleza global de esta epidemia confirma la necesidad –ya evidente en materia de agresiones al medio ambiente, pero ahora más visible y urgente por el terrible balance diario de los muertos y de los contagiados– de dar vida a una Constitución de la Tierra que provea de garantías e instituciones capaces de enfrentar los desafíos globales y proteger la vida de todos. Ya existe una Organización Mundial de la Salud, pero no tiene los medios y equipos necesarios para llevar las 460 fármacos que salvan vidas a países pobres, pese a que desde hace 40 años se tiene establecido que deberían ser accesibles para todos. No obstante ello, la ausencia de estos fármacos causa 8 millones de muertes cada año. 


Hoy la epidemia mundial golpea a todos, sin distinción entre ricos y pobres. Por lo tanto, debería brindar la oportunidad de hacer de la OMS una verdadera institución de garantía global, equipada con los poderes y los medios económicos necesarios para enfrentar la crisis con medidas racionales y adecuadas, no condicionadas por intereses políticos o económicos contingentes, sino destinadas a garantizar la vida de todos los seres humanos por el solo hecho de ser tales.


Para este salto de civilización –la realización de un constitucionalismo global y de una esfera pública planetaria– hoy existen todas las condiciones: no solo las institucionales, sino también las sociales y culturales. Entre los efectos de esta epidemia hay una reevaluación de la esfera pública en el sentido común, una reafirmación de la primacía del Estado en comparación con las Regiones en términos de salud y, sobre todo, el desarrollo –después de años de odio, racismo y sectarismo– de un extraordinario e inesperado sentido de solidaridad entre las personas y los pueblos, que se está manifestando en la ayuda proveniente de la China, en los cánticos comunes y en las manifestaciones de afecto y gratitud, en los balcones, hacia los médicos y enfermeras, en la percepción, en resumen, que somos un solo pueblo en la Tierra, unidos por la condición común en la que todos vivimos. Quizás de esta tragedia puede nacer, finalmente, una conciencia general respecto de nuestro común destino que, por ello mismo, requiere también de un sistema común de garantías de nuestros derechos y de nuestra pacífica y solidaria coexistencia.






Traducción del italiano por Pedro P. Grández

14 comentarios:

  1. Un constitucionalismo global es utópico, lo que no excluye en temas puntuales como la salud las medidas sean obligatorias a nivel universal; las naciones unidas en sus próximas sesiones tiene que asumir este reto

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    1. Prefiero los utopicos a los realistas desde Tomas Moro es asi
      gracias por tu comentario que aporta al debate
      saludos
      Luis

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  2. ¡La Constitución para la tierra o para salvar al hombre¡ En el entendido y tomando una definición de constitución, que es un acuerdo de reglas de convivencia, que integra, establece, organiza, constituye las normas que rigen a la sociedad de un país, ahora con esta pandemia, que no es más tal vez de un llamado que nos hace la naturaleza, estos ecosistemas que durante muchos años el hombre ha estado invadiendo y dañando, grandes potencias en el afán de competir por una economía global, la olvidaron y aun no terminan de tomar conciencia, que la naturaleza nos está cobrando invadirla y deteriorarla, hoy requerimos tal vez una legislaciones trasversal, tal vez se pueda encontrar que el mundo entero tenga una misma regulación frente al manejo adecuado del medio ambiente y la protección de este en cabeza del Hombre.
    Algunas noticias hoy sobre el medio ambiente nos muestran:
    La contaminación del aire se redujo en Europa y China, Cisnes, peces y hasta delfines aparecen en Venecia por la cuarentena, Alemania mejora calidad del aire por medidas contra el coronavirus.

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  3. Martha Liyan Zabala Gonzalez24 de marzo de 2020, 23:48

    ¡La Constitución para la tierra o para salvar al hombre¡ En el entendido y tomando una definición de constitución, que es un acuerdo de reglas de convivencia, que integra, establece, organiza, constituye las normas que rigen a la sociedad de un país, ahora con esta pandemia, que no es más tal vez de un llamado que nos hace la naturaleza, estos ecosistemas que durante muchos años el hombre ha estado invadiendo y dañando, grandes potencias en el afán de competir por una economía global, la olvidaron y aun no terminan de tomar conciencia, que la naturaleza nos está cobrando invadirla y deteriorarla, hoy requerimos tal vez una legislaciones trasversal, tal vez se pueda encontrar que el mundo entero tenga una misma regulación frente al manejo adecuado del medio ambiente y la protección de este en cabeza del Hombre.
    Algunas noticias hoy sobre el medio ambiente nos muestran:
    La contaminación del aire se redujo en Europa y China, Cisnes, peces y hasta delfines aparecen en Venecia por la cuarentena, Alemania mejora calidad del aire por medidas contra el coronavirus.

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  4. Os valores da dignidade humana são universais. Em questões de Teoria e Filosofia do Direito não reconhecemos outra autoridade senão a da razão humana. Acracia Constituinte de Direito Universal. Indivíduos - Sociedade. Liberdade, Igualdade e Fraternidade Universais.

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  5. Un placer haber descubierto este Blog, de nuevo Ferrajoli inspirando avances, gracias Luis Raffaghelli por esta iniciativa : "hablemos de lo imposible porque de lo posible sabemos demasiado" de una canción de trobador Silvio Rodriguez.

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  6. Por favor podría poner la cita del maestro Ferrajoli... Es decir usted aduce que estás ideas son afirmaciones de el... De dónde lo extrae? Cita o algo así... Agradecido gmanzo

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  7. Una Constitución Universal basada en la Dignidad Humana, no necesariamente es Acracia, Autarquía. La Convencionalidad persigue el fin de la Coexistencia y Desarrollo Humano, por lo que en pleno sxxi, la forma de Estado (de antaño) nos está "matando" por tanto "legalismo" sin sentido, burocracia, tramite que no persigue el Bien Jurídico Vida, y por ende la Salud, como es el caso Peruano, que seguro de ahora de adelante, después de lo que viviremos, posiblemente continúen con su actitud vertical y descontextualizada en no liberar fuentes de pequeños ingresos para los más vulnerables. El debate continua a favor de la Constitución Planetaria.

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  8. ¿GOBIERNO MUNDIAL?


    El artículo del señor ferrojoli enfatiza la necesidad de materializar la idea de una constitución universal, y en segundo lugar, la posición de este ilustre jurista italiano acerca de la importancia de unificar criterios y estrategias a nivel mundial para afrontar situaciones como las que vivimos en este momento, como lo es la pandemia del coronavirus. No obstante es importante precisar que el constitucionalismo es la forma de gobierno que pretende organizar a un estado con base a una norma suprema, ¿estamos entonces hablando de un gobierno mundial?, teniendo como premisa que el constitucionalismo es una forma de gobierno y que a través de ellas se promulgan no solo los derechos, sino también los deberes del pueblo. Surge entonces otras preguntas ¿qué tan factible es que esto se puede dar?, ¿Estamos hablando de derechos y deberes de los estados?; ¿Es una forma de hacer coercitivos los tratados internacionales?
    Algunos comentarios ya se han pronunciado acerca de lo utópico que es la idea de una constitución universal, sin embargo es pertinente recordar lo que pasaba antes de la primera y segunda guerra mundial, quizás para muchos era impensable que el mundo pensara en unificar estrategias a través de una organización universal, empero las consecuencias devastadoras de la guerra no dejaron otro camino, es así que el mundo se pone de acuerdo y surge lo que hoy conocemos como organización de naciones unidas (ONU),que como ya conocemos, el mundo y la humanidad lo necesitaba.
    Ahora bien el mundo como lo conocemos en sus diferentes esferas, es decir, el mundo ambiental, el mundo político, el mundo social y el mundo económico, necesita reglas universales para tratar de impedir, o en su defecto manejar estrategias uniformes para situaciones como las que se viven con la pandemia del coronavirus. No es oculto que a nivel ambiental la tierra tiene un “respiro” por causa de la pandemia actual, pero a raíz de esta condición el globo terráqueo se ha visto amenazado en su estabilidad política, económica y social, en ese sentido lo primero sería trabajar en ¿universalizar estrategias coercitivas por el medio ambiente?, a través de una constitución política de la tierra, lo que el jurista italiano propone es ¿implementar practicas universales que no atente con la salud publica? , son muchas preguntas que quedan para ser resueltas a lo largo de la discusión.
    La discusión entonces no gira en sí es, o no, buena la iniciativa del señor ferrojoli, la controversia debe girar más bien en el sentido de ¿qué tan viable es el proyecto?, teniendo encuentra que, incluso una de la potencias del mundo como lo es china, ni si quiera tienen establecido en su continente un organismo regional de derecho humanos.
    Así las cosas y con el entendimiento que lo tratados internacionales promulgados en la carta de derechos humanos por la (ONU), han realizado un importante aporte para el desarrollo pacífico de los estados, no somos ajenos a la modificación de la realidad fáctica generada por determinados sucesos, los cuales traen inmersa la necesidad de pensar en nuevas estrategias con las cuales se materialice la unidad mundial que propenda por un equilibrio no solo social, sino ambiental.

    estudiante noveno semestre de derecho.

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