Fuente: Diario Pagina 12 Bs.As. Argentina
12 de noviembre de
2023 -
Las 10 medidas económicas peligrosas de Milei
Economistas del exterior y locales, de
origen ideológico diverso, cuestionan los proyectos que impulsa el líder de la
ultraderecha. En el incierto escenario político electoral que ofrece este
balotaje resulta oportuno puntualizar cuáles son las diez principales
definiciones económicas de Javier Milei.
En el incierto escenario político
electoral que ofrece este balotaje resulta oportuno puntualizar cuáles
son los diez principales proyectos y definiciones económicas de Javier
Milei. Su discurso económico es el compendio de lugares comunes del
neoliberalismo, declaraciones inconexas y, por lo tanto, incomprensibles,
menciones a teoremas y economistas ultraortodoxos para justificar sentencias
que, para colmo, utiliza mal, y un lista de propuestas inviables para la economía
argentina.
Un grupo de 108 economistas destacados a nivel global señaló esta forma
engañosa de convocar al electorado. En una carta abierta publicada en el diario
inglés The Guardian lo dicen del siguiente modo: "Si bien
las soluciones aparentemente simples pueden ser atractivas, es probable
que causen más devastación en el mundo real en el corto plazo,
al tiempo que reducen gravemente el espacio político en el largo plazo".
Economistas como el francés Thomas Piketty, la india Jayati
Ghosh, el serbio-estadounidense Branko Milanovic y el
exministro de Finanzas de Colombia José Antonio Ocampo advierten
que el pensamiento económico de Milei se ajusta a políticas
“arraigadas en la economía del laissez-faire que están plagadas de
riesgos que las hacen potencialmente muy dañinas para la economía argentina y
el pueblo argentino”.
Para agregar que “las propuestas de dolarización y austeridad fiscal de
Javier Milei pasan por alto las complejidades de las economías modernas,
ignoran las lecciones de las crisis históricas y abren la puerta a acentuar
desigualdades que ya son graves".
Otras dos cartas de economistas
En días posteriores a las elecciones PASO otro grupo de economistas, la
mayoría de la corriente conservadora y en evidente movimiento para apoyar la
candidatura de Patricia Bullrich, se presentó también con una carta
pública para alertar acerca de las propuestas de Milei.
Unos 200 economistas y profesores en universidades locales y del extranjero
cuestionaron el plan de dolarización diciendo que "las
alquimias monetarias no son sustituto adecuado de un firme compromiso con el
equilibrio de las cuentas públicas". Para concluir: "La
dolarización de la economía es un espejismo que hay que evitar".
En estos días, otro grupo de más de 600 economistas cercanos a la
candidatura de Sergio Massa elaboró otra carta pública en
rechazo a las propuestas de Javier Milei. Afirman que la Argentina sólo tiene
futuro con unidad, consenso y racionalidad, apostando al trabajo y al
desarrollo nacional. Rechazan las ideas económicas de Milei porque creen que
sólo llevan a salarios cada vez más bajos y el cierre de cientos de empresas
argentinas. Concluyen que "para construir una Argentina con más trabajo, producción
e inclusión social es necesario no retroceder con políticas económicas que ya
fracasaron en nuestro país".
Están unidos por el espanto
Economistas internacionales, locales ortodoxos y heterodoxos coinciden
en que las ideas de Milei son desastrosas, un espejismo, peligrosas
para la estabilidad social y política. Si existe semejante consenso
entre profesionales de diferente origen ideológico se puede concluir en que
Milei es un economista de escasas atribuciones académicas y capacidad
política.
Es notable cómo interlocutores pasivos no reaccionan ante la sucesión de
disparates que lanza en cada entrevista. A ninguno se le ocurrió preguntarle a
la sentencia repetida de eliminar el Banco Central cómo
funcionará el sistema bancario, quién lo fiscalizará y qué pasará con la
garantía de los depósitos de los ahorristas.
Son interrogantes básicos que Milei no ha tenido que contestar, y si por
simples comentarios que lo incomodan reacciona en forma violenta, no es
complicado imaginar cuál sería la respuesta ante observaciones certeras a uno
de sus proyectos predilectos.
No es cuestión entonces de ideologías y de corrientes de pensamiento
económico, sino que las propuestas económicas de Milei son tan disparatadas que
provocó la coincidencia.
Las ideas de Milei son tan desvariadas como considerar marxista a John
Maynard Keynes, que le provoca un desborde emocional cuando se menciona al
economista inglés, uno de los padres de la economía moderna.
Tirando sarasas llega al balotaje
La comunidad de economistas local e internacional está asombrada porque
Milei y sus más estrechos colaboradores siempre han sido marginales en el
debate económico general. Eran considerados una secta que no se tenía en cuenta
en términos académicos ni en espacios de discusiones acerca de la coyuntura
económica y política.
El asombro nace porque una confluencia de factores ha derivado en que
sus integrantes pueden ser gobierno.
Si no fuera que es el candidato presidencial que participará en el
balotaje con chance de ganar, en cualquier otro ámbito se lo definiría como
chanta que habla sin saber. Pero puede ser Presidente a partir del próximo 10
de diciembre.
Uno x uno los proyectos económicos de
Milei
1. Dolarización.
Los siguientes países dolarizaron sus economías: Ecuador, El
Salvador, Panamá, Montenegro, Palaus, Kosovo, Islas Marshall, Micronesia, Timor
Oriental, Bonaire (un municipio insular de los Países Bajos que se encuentra
frente a la costa de Venezuela en el sur del Caribe), Islas Turcas y Caicos (un
territorio británico de ultramar al sureste de las Bahamas), Islas Vírgenes
Británicas, Isla de Saba (parte integral del Reino de los Países Bajos, ubicada
al sureste de Puerto Rico y al norte de la isla de Aves en Venezuela).
Como se puede observar, son economías pequeñas o minúsculas, sin
diversificación productiva y escasa complejidad de la estructura social.
Características opuestas a la Argentina, que es de desarrollo intermedio, con
industria y una vasta riqueza de recursos naturales, una importante
organización sindical de trabajadores y una activa diversidad social. Además es
una economía bimonetaria con elevado endeudamiento externo e
interno y un sólido sistema bancario público y privado.
No existe un país con los rasgos estructurales de Argentina que elimine
la moneda nacional –que implica además renunciar al señoraje– y el Banco
Central como prestamista de última instancia. Lo que se sabe además es que la
dolarización, en base a la experiencia de Ecuador, congela la foto de la
desigualdad en el momento de aplicarse, tendencia que se va agudizando con el
paso del tiempo.
La clave para entender la inviabilidad de este proyecto es que no hay y
no habrá dólares para canjear los pesos, salvo en un cuadro de explosión
hiperinflacionaria.
2. Eliminar el Banco Central.
Milei defiende el plan de dinamitar el Banco Central con el argumento de
que robar está mal. Asocia la emisión monetaria con el robo de políticos. Casi
todos los países tienen Banco Central y, por lo tanto, siguiendo con este
razonamiento todos son ladrones. Un absurdo.
Apenas diez estados no tienen Banco Central y en su mayoría son territorios
pequeños e islas con muy baja población, con la excepción de Panamá. La lista
incluye Kiribati, Tuvalu, Micronesia, Andorra, Islas Marshall, Isla de Man,
Mónaco, Nauru y Palaos. De este grupo hay al menos cuatro calificados como
guaridas fiscales.
Sin Banco Central no habrá controles en el sistema bancario. ¿Argentina
se convertirá entonces en una guarida fiscal, en la cual no habrá fiscalización
acerca del origen del dinero, lo que facilitará el flujo de capitales ilícitos,
por ejemplo del narcotráfico? En archivos televisivos se encuentran elogios
de Milei a las mafias, organizaciones que podrían desplegar sus capitales
sin problemas en un eventual gobierno suyo puesto que no habrá controles del
Banco Central.
3. Bajar 15 puntos el gasto público.
¿Qué significa recortar el gasto público en 15 puntos del Producto
Interno Bruto?, preguntan los economistas del Centro de Economía Política
Argentina. Dicen que eliminando ministerios o reduciendo la cantidad de
empleados públicos no se baja fuerte el gasto público; el impacto es marginal.
Para alcanzar semejante recorte es necesario avanzar en las cuentas de
subsidios, transferencias directas, anular la obra pública y otros giros a
dependencias que atienden necesidades de la población.
El CEPA estimó a cuánto ascendería el costo para un hogar de ingresos
medios compuesto por cuatro miembros si tiene que para pagar el colectivo, el
tren, la nafta, la luz, el gas y el agua, la educación secundaria o
universitaria y los medicamentos que brinda el PAMI: más de un millón
de pesos mensuales. "Es decir que el 'salario indirecto' que
aporta el Estado en dicho caso equivale a dos veces el costo de la canasta
mensual familiar", concluye el CEPA.
Es imposible bajar 15 puntos del gasto público sin provocar un colapso
social.
4. Eliminar la coparticipación
federal de impuestos
La Coparticipación Federal tiene rango constitucional y el objeto es
coordinar la distribución del producido de los tributos impuestos por el Estado
Federal, en virtud de una delegación efectuada por las Provincias a la Nación,
quien debe recaudar las contribuciones, retener su porción y redistribuir el
resto entre aquellas y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, incorporada al
sistema desde la reforma constitucional de 1994.
La idea de Milei es otorgar a las provincias la responsabilidad de
recaudar y gastar. Arrojaría a muchas provincias a la inviabilidad financiera y
fiscal. Considera que el actual esquema es arcaico con provincias que no se
preocupan de su recaudación y cuentan con un "coparticipaducto" por
el que reciben fondos y gastan lo que reciben de la Nación. En teoría, el
sistema Milei implicaría la disolución nacional porque las provincias
empezarían a emitir cuasimonedas, como ya sucedió en la crisis de 2001, para
mantener en funcionamiento sus economías
La promesa de Milei de suprimirla es otra mentira de su plan de gobierno
porque esta medida es inconstitucional, del mismo modo que lo es la
dolarización.
5. Los tarifazos no son
inflacionarios.
En uno de los varios reportajes amigables en LN+, Milei ratificó
que aplicará un tarifazo de luz, gas, agua y transporte, aunque sin
decirlo de este modo, al explicar que esta medida no será inflacionaria.
Contra toda lógica y experiencias recientes aseguró que no habrá una
mayor inflación por el alza de los servicios públicos. Desarrolló la misma
teoría expuesta por Federico Sturzenegger cuando era
presidente del Banco Central durante el gobierno de Mauricio Macri. Hasta
publicó un documento pretendidamente académico para respaldar esta alucinación.
El argumento, propio de análisis abstractos que tanto entusiasman a
algunos economistas, está basado en que el mayor gasto de los hogares para
pagar los servicios públicos implicará un menor ingreso disponible para otros
bienes, los cuales bajarán de precios por la disminución de la demanda. Unos
precios suben y otros bajan, y entonces la tasa de inflación queda en
equilibrio.
Es una teoría extraviada y además ya hubo un caso práctico que destruyó
la hipótesis Sturzenegger. Milei hoy la repite.
6. Devaluar no provoca inflación.
Otra definición de Milei que colisiona con la realidad la expresó en el
reportaje con su amigo Alejandro Fantino, luego de las elecciones
PASO. Expuso algo increíble para la economía argentina bimonetaria: la
devaluación no deriva en aumentos de precios.
Milei afirmó, en base a una rebuscada vinculación de la paridad
cambiaria y la inflación con la Teoría de la imputación de Carl Menger (de la
Escuela Austríaca), que los ajustes del tipo de cambio oficial no
impactan en precios.
La evidencia de décadas, con gobiernos y políticas económicas de
orientación ideológicas opuestas, muestra que esa traslación se verifica. Para
Milei, en un concepto más amplio, los aumentos de costos no determinan los
precios.
No es difícil imaginar qué sucederá en la economía real si una eventual
gestión económica se manejara con semejante disparate teórico. El
desconocimiento de Milei acerca del funcionamiento práctico de la economía lo
oculta con gritos y cataratas de insultos.
7. Argentina era una potencia en
1900.
En otra entrevista, en esta oportunidad en el canal TN, Milei aseguró
que "la Argentina arrancó el siglo XX siendo el país más rico del mundo
pero hoy está en el puesto 140 al tipo de cambio paralelo".
El equipo de Chequeado evaluó esta afirmación para concluir que "es
falsa". Explican que, según la base Maddison, la serie de datos históricos
sobre desarrollo económico más confiable y la única con datos anteriores a
1900, la Argentina comenzó el siglo XX en el puesto 13 entre 45 países
relevados (según el PIB per cápita medido en Paridad del Poder Adquisitivo
-PPA-) y no en el primero.
Para agregar que actualmente, utilizando la misma base y cantidad de
naciones, Argentina se ubica en el puesto 30 y no en el 140. Otra
mentira de Milei.
8. Eliminación del cepo cambiario.
Propone la liberación inmediata del mercado de cambio con la supresión
de todos los controles. Con pocos dólares en el Banco Central el saldo es
previsible: megadevaluación e inmediata hiperinflación.
9. Eliminación de las retenciones a
las exportaciones.
Promete en un proceso de 24 meses o menos desde el inicio de la gestión
la eliminación de las retenciones a las exportaciones de productos
agropecuarios. Dice de "tomar inicialmente el pago de las retenciones como
pago a cuenta parcial de Impuesto a las Ganancias y de otros impuestos
nacionales, según corresponda".
Esta medida equivale a unos 10 mil millones de dólares que el fisco
perderá de ingresos, lo que implica un recorte similar del gasto público.
10. Eliminación de las
indemnizaciones sin causa para sustituirlo por un sistema de seguro de
desempleo.
Forma parte de la amplia reforma laboral que apunta a la reducción o
supresión de derechos de los trabajadores, para constituir un sistema flexible
y precario de las relaciones laborales.
Promesas que no vas a cumplir
En términos generales, en la plataforma electoral de Milei se plantea
que en la primera etapa de gobierno habrá un fuerte recorte del gasto público y
una reforma tributaria para bajar impuestos. Además impulsará la flexibilización
laboral y la apertura unilateral al comercio internacional, acompañadas
por una reforma financiera que impulse una banca libre y desregulada junto a la
libre competencia de divisas.
También propone una reforma previsional para recortar el gasto
del Estado en jubilaciones y pensiones alentando un sistema de capitalización
privado, junto a un programa de retiros voluntarios de empleados públicos y
achicamiento del Estado.
El plan económico de Milei es presentado como ideas simples de
comprender por la mayoría de la población pero casi imposible de implementar.
Se constituye así en otra campaña proselitista de un candidato a
Presidente que le miente la población, como fueron los casos de Carlos
Menem en 1989 con el salariazo y la revolución productiva, y de Mauricio Macri
en 2015 con el compromiso de mantener lo que está bien y cambiar lo que está
mal.
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