Fuente: INFOGREMIALES "El trabajo en crisis" 28-6-2021
El Papa
Francisco reivindicó el rol de los sindicatos en su discurso ante la
Organización Internacional del Trabajo (OIT)
*Damián
Ledesma Politólogo (UBA) y Docente de la Universidad Nacional de Lanús
En
el marco de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) el Sumo Pontífice
se mostró preocupado por el retroceso de los derechos básicos de los
colectivos vulnerables y del avance de derechos del capital por sobre el
trabajo. El Vaticano retoma la postura del Papa Pío XXI, cuando la
iglesia reclamó ante el mundo medidas urgentes en contra del Liberalismo
económico que llevó a la gran depresión de los años 30’. Los métodos de
reconstrucción económica nuevamente cuestionados.
En
su mensaje denuncia la proliferación de la cultura del descarte sobre
trabajadores y trabajadoras (especialmente) y pide a los empresarios
mayor compromiso para generar fuentes de trabajo decente, al tiempo que insta a
los Estados a no descuidar los derechos y garantías de los “olvidados” del
sistema. El discurso condensa su postura política sobre el trabajo,
reivindicando el rol del Estado y de los sindicatos como centinelas de derechos.
Papa Francisco
Bergoglio
volvió a identificar a la propiedad privada como un derecho secundario frente
a la propiedad universal de bienes y su posibilidad de uso. Esta idea que tanto
alteró al periodismo del establishment debe leerse en una cosmovisión más
amplia, ya que también bregó por una nueva formar de concebir el desarrollo
económico, contemplando lo ambiental y el trabajo humano como factores
inherentes. Dos concepciones distópicas en un mundo al que el covid-19 le
imprime una acelerada inequidad social.
1) Las
organizaciones sindicales cumplen un papel importante para sostener y custodiar
el trabajo. Aquellas que se corrompen se convierten en pseudo patrones y no
cumplen su profecía de creación.
2) La
tutela sobre el trabajo no debe hacerse solo con los ya incluidos, sino
cuidar también “muros afuera” de la sociedad del trabajo. Hay que aceptar los
cambios que están en marcha y contener a las nuevas formas de empleo,
representando a colectivos no tradicionales y más marginados.
3) Las
políticas de cuidado son insoslayable a todo trabajo. No solo para que
las mujeres tengan guarderías y puedan salir a trabajar, sino también para que
haya una relación sostenible, inclusiva y ampliatoria de derechos.
4) Las
mujeres son las grandes perjudicadas del mundo laboral actual ya que
padecen nuevas formas de esclavitud, les cuesta acceder a cargos jerárquicos y
son discriminadas por su condición de géneros. Pide por cambios urgentes que
nivelen condiciones de acceso y permanencia.
5)
Los Estados tienen que garantizar el acceso a servicios básicos.
Aquí el Papa reivindica el rol del Estado como garante de equidad social.
6) La
competitividad no debe ser el único método para triunfar. Una clara
postura en contra de la meritocracia como axioma individualizante del
liberalismo moderno.
7) Los
Estados y los sindicatos deben custodiar los derechos laborales, ya
que la desregulación afecta y cercena conquistas laborales.
8)
La misión más loable de la política es crear fuentes de trabajo decente.
La caridad radica entonces en mejorar las condiciones sociales de los
vulnerables en forma permanente.
9)
Hay que volver a la cultura de la solidaridad por sobre la
cultura del descarte. Cada pueblo tiene una identidad originaria que puede ser
fuente de inspiración para lograr relaciones sociales inclusivas.
10)
La propiedad privada es un derecho que debe estar subordinado a otro derecho:
la propiedad universal, donde los bienes puedan ser usados por todos.
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